Harry Bertoia, creador de esta conocida silla llamada Diamond Chair, aunque nació en Italia emigró pronto a Estados Unidos para desarrollar su faceta como diseñador. Artista, catedrático y diseñador de muebles, creó esta silla en 1952 y aún hoy se sigue produciendo.
El diseñador se hizo famoso por sus sillas fabricadas con varillas de alambre, como la Diamond Chair, y puede presumir de ser pionero en la utilización de un novedoso material de fabricación como es el alambre. Desde el momento en que esta silla nació, la varilla de alambre pasó a incorporarse al mundo del diseño como una realidad más.
Una silla en apariencia incómoda y fría
La Diamond Chair, compuesta de varillas soldadas, fue patentada por Knoll International. Tiene un diseño poco habitual entre los muebles que buscan el confort, ya que el material (alambre) es tremendamente rígido y da una sensación de ser frío. Pero nada más lejos de la realidad, sus formas curvas hacen que sea una silla tremendamente cómoda, a la que después de su creación se la incorporó un cojín en el asiento para asegurar aún más este aspecto.
Este clásico fue diseñado para ser visto por todos sus lados como una escultura y por lo tanto se adapta perfectamente a los elegantes y sobriamente amueblados interiores de los años 50.
Esta pieza toma su nombre de su forma y silueta, que se asemeja a la de un diamante. Perfecta para colocar en cualquier estancia del interior de una casa, la resistencia de su material hace que también sea la idónea para la decoración de exteriores. Además, la ligereza de su diseño produce un equilibrio real entre el entorno y la pieza.
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Imágenes: Decoestilo.com,