Los tonos naturales y neutros de la tierra local y la madera siempre quedarán bien en el lugar de donde proceden y aportarán paz y estabilidad. Resulta habitual describir una casa construida con tierra y elementos naturales como coloreada con pigmentos o con paredes pigmentadas, lo cual resulta un tanto confuso porque el término 'pigmento' no es exclusivo de los minerales naturales que se mezclan con la tierra para dar color a las paredes.
Todas las pinturas contienen pigmentos mezclados con un vehículo o medio líquido. Los pigmentos se pueden obtener a partir de colores tierra naturales o bien se preparan mediante procesos químicos (el blanco, por ejemplo, se elabora con carbonatos básicos, óxido de titanio, sulfuro de zinc u otros). Los tonos neutros que hallamos en las casas al sol suelen proceder de pigmentos naturales, y muchos de ellos son algo más que superficiales porque las paredes serán siempre del mismo color si se han construido con tierra. Los tonos naturales nacen del paisaje.
El ocre amarillo procede de una arcilla con hierro, y se emplea para producir diversos tonos amarillos terrosos. El sombra contiene óxido de hierro, cal, aluminio y manganeso, y se convierte en el cálido sombra tostada, de color marrón rojizo, cuando se calienta. El terracota, que significa ?tierra cocida?, se halla en tonos que abarcan todo el espectro de la tierra, desde el rosa más claro hasta el marrón rojizo oscuro (depende del color del suelo local).
Pautas para escenarios naturales
Un interior con poco color (con color neutro sería más acertado) puede ejercer un efecto muy relajante, ya que los marrones y los colores terrosos nos conectan con la tierra y nos reconfortan. Hay que evitar el gris, a menos que sea muy texturado o de hormigón, ya que una zona extensa de gris no es ni cálida ni fría con respecto al color, y aunque casa muy bien con otros tonos, resulta plano y sin vida cuando le da el sol.
Por otro lado, rodearse de tonos excesivamente apagados puede reflejar y genera confusión o depresión según los teóricos y terapeutas del color. Se puede solucionar incluyendo algunos colores más claros o intensos: los tonos terrosos funcionan bien con los naranjas y los rojos más cálidos, y en ocasiones también con el amarillo. Como norma general, es importante señalar que cuanto más puro es el tono, más sano es su efecto. El uso de la madera en su estado natural es otro modo más sencillo, y por norma general, relajante, de introducir una paleta natural.
Las tonalidades sutiles
Con un poco de habilidad, un esquema cromático claro no tiene por qué parecer invernal y nórdico. Los tonos claros y sutiles aportan una nota de elegancia a los espacios más calurosos, minimizan la fatiga visual y ayudan a relajar el cuerpo. Por supuesto, el blanco es, en muchos aspectos, el color ideal para las casas calurosas, ya que refleja el calor y la luz y nos ayuda a sentirnos más frescos. Sin embargo, una casa completamente blanca, por dentro o por fuera, no es una opción viable en estos climas: reflejaría el sol hasta deslumbrar y resultaría tremendamente monótona sin unos toques de color. Por tanto, debemos considerar el color claro como una opción accesible.
Un interior sutil siempre será lo más accesible. No obstante, conviene no abusar porque los tonos claros muy juntos pueden carecer de interés y resultar tan sosos que los ocupantes se sientan apáticos, o tan caóticos que el cerebro sea incapaz de interpretar lo que ve. Cuando haya que elegir los colores, en especial los fríos, se deben valorar sus matices, la saturación, el calor de reflectancia de la luz y los contrastes entre ellos. La reflectancia indica el porcentaje de luz reflejada por un color. En condiciones de oscuridad, la reflectancia elevada reduce la necesidad de iluminación artificial, pero en un clima con mucha luz lo que preocupará será todo lo contrario: una superficie con exceso de reflectancia puede deslumbrar y crear destellos. Los tonos más claros son más reflectantes que los oscuros.
Una selección audaz
Los colores fuertes cobran vida bajo una luz intensa, y un esquema cromático audaz bien pensado puede ejercer una influencia muy positiva en las emociones humanas. Dicho esquema suele comenzar con el blanco, que en sí mismo no es un color, sino la ausencia de color. Los toques audaces se añaden después para aportar contraste. Estos acentos de color suponen una buena elección para una casa situada en un lugar cálido, ya que se combinan los beneficios de un esquema mayoritariamente blanco con toques intensos.
El color puede ayudar a que el ojo se mueva en distintas direcciones, igual que la luz. Según los expertos, los toques de color audaz también favorecen la rapidez y la eficacia (por ejemplo, se cree que el naranja en un comedor abre el apetito). Algunos tonos que resultarían excesivos en lugares de clima moderado funcionan bien al sol, mientras que otros pueden llegar a resultar abrumadores. El rojo siempre es imponente (y, en algunas culturas, sinónimo de suerte), tal vez por su asociación con la sangre y por su fuerte impacto visual.
Apostar por el contraste
Los azules intensos se utilizan mucho en lugares calurosos: aunque algunos pierden fuerza fácilmente, en muchos casos afrontan bien la variedad de condiciones de luz (por ejemplo, la Virgen María suele aparecer vestida de azul en capillas en semipenumbra porque este color conserva gran parte de su intensidad incluso en la oscuridad). En el pasado, el pigmento azul de ultramar no estaba muy extendido, ya que se producía con lapislázuli (una piedra semipreciosa). Hoy en día, una fuente del azul índigo es la hierba pastel, aunque más de uno se sorprenderá que la bacteria E.coli también es capaz de producirlo.
El color es lo primero que observamos de una estancia. Por tanto, si se es amigo de lo vistoso, hay que asegurarse de estar plenamente convencido antes de comprometerse con un esquema decorativo. Nadie dice: ''has visto esa habitación con el ventanal y las vigas metálicas''. No, más bien preguntan: ''has visto la habitación verde''. Por tanto, debemos asegurarnos de que queremos que nos recuerden por una habitación verde.