Todo decorador, al principio, tiene que recopilar datos de la persona o personas, conocer su forma de vida, como son sus relaciones, su situación económica, sus gustos, etc. Se trata de aspectos muy generales que nos pueden transmitir una información muy valiosa del demandante. La existencia de conversaciones previas en las que se realicen anotaciones resultan esenciales. De esas charlas preliminares debemos extraer un planteamiento mental acerca de la distribución interior o exterior. También es recomendable contar con documentación gráfica.
Planteamiento de análisis
Realizaremos un estudio completo que consistirá, en primer lugar, en la realización de un croquis. Trabajaremos a escala y situaremos en el boceto todo lo existente en la vivienda. Este esquema nos servirá como base para realizar los pasos siguientes, ya que podrás empezar a pensar en la proyección de tu diseño, es decir, el anteproyecto. Tienes que crear una agenda de necesidades divididas en funcionales y estéticas, y de uso y servicio.
Asimismo, el anteproyecto lo resumimos en cuatro partes esenciales:
Proyecto técnico. Proyecto decorativo. Memoria descriptiva. Presupuesto.
Proyecto técnico
Estará comprendido por todo lo relacionado con la parte de construcción: tabiquería, bajantes, techos, falsos techos, escaleras, etc. Aquí se localizan los planos técnicos de instalación como iluminación, electricidad, calefacción, aire acondicionado, aislamiento, además de los planos que sean necesarios para la buena resolución del proyecto. También entra en juego un muestrario de materiales para utilizar.
Proyecto decorativo
Está compuesto por láminas gráficas como, por ejemplo, las plantas amuebladas o las de distribución. Las perspectivas realizadas a color o con sombras son muy útiles para orientar a los clientes espacialmente. La composición de materiales debe ser equilibrada, según el espacio concreto para proyectar.
Memoria
Estará compuesta por un documento escrito especificado por un pliego de condiciones que consistirá en: materiales, instalaciones, lugar de colocación y plazos de entrega.
Presupuesto
Consistirá en un estudio económico detallado que admite pequeñas variaciones según el tipo de materiales. Todo debe estar estrictamente estipulado por la ley vigente.
Diferentes tipos de cliente
En este apartado explicaremos cómo cada individuo, solo o en compañía, lleva a cabo una forma de vida diferente, por tanto cada diseño se debe personalizar:
Familia. Persona única. Pareja. Taller en casa
Casa para una familia
Actualmente existen muchos tipos de familias y, en consecuencia, muchos estilos de vida diferentes. Se establecen una serie de necesidades básicas:
Cocina-comedor o comedor solo. Salón amplio, ya que éste va ser el lugar más frecuentado. Habitación para la pareja con baño incorporado. Habitaciones individuales o dobles según la demanda de los integrantes de la familia. Con zona de estudio o trabajo para que los niños puedan estudiar o realizar alguna otra actividad. O cualquier otro miembro de la familia, pudiendo tener así un mínimo de autonomía. Todas ellas con armario o vestidor independiente. Habitación blanca en la que situaremos la zona de lavado y planchado. Buena despensa para víveres.
Casa para una persona sola o una pareja
El espacio se puede dividir con dos propuestas opuestas, una más tradicional y otra más moderna.
Tradicional: Cocina-comedor o salón-comedor. Habitación doble con baño completo y vestidor independiente. Habitación estudio que puede realizar la función de cuarto de invitados. Habitación blanca para lavado y planchado. Un baño más pequeño, pero completo.
Moderna: El ámbito de la vivienda puede estar en el mismo espacio, como si fuera un loft diáfano. Si existe una buena altura, siempre se puede compartimentar o dividir el espacio utilizando el altillo como habitación propia, de invitados o estudio. También puede tener dos o más alturas. En la cocina, existe la opción de hacerla abierta, sin tabiques, con visión, y en contacto directo con el salón, habitación y estudio. En esta zona debería colocarse el área blanca o húmeda para la organización de la ropa y el planchado. El estudio en otra altura puede convertirse en habitación para invitados El baño será un módulo cerrado y bien diferenciado.
Taller en casa
La misma palabra lo dice: debemos utilizar el máximo espacio posible para el taller o estudio, ya que será nuestro lugar principal de trabajo y en el que invertiremos gran parte de nuestro tiempo en la vivienda. Por esta razón debemos tener una casa con metros suficientes para encajar las dos superficies básicas y necesarias en nuestra vida diaria. Las vertientes profesional y personal se unen, pero hay que darle un hilo que una las dos partes. Se trata de eliminar dificultades aligerando cualquier indicio de barrera.
Personal: Cocina-comedor. Dormitorio. Baño. Habitación blanca para lavado y planchado de ropa. Profesional: Estanterías para guardar material. Librerías para almacenar libros, archivos o documentos. Buenas, recias y espaciosas mesas de trabajo. Una zona donde realizar actividades con materiales que manchan, como agua, pintura, etc.
El resto lo debes poner tú, pero es primordial tener unos conocimientos históricos para poder realizar todos los procesos de investigación y de análisis con criterio. Siempre es importante documentarse y tener nociones de conceptos básicos.