Al igual que el Kitsch, el Pop consigue envolvernos en un mundo de color en el que la estética es lo más importante. Formas y colores llenos de vida se mezclan para conseguir la más absoluta autocomplacencia. Los ambientes creados según las pautas más 'poppis' vuelven con fuerza, consiguiendo oleadas de juventud y despreocupación. Cojines por el suelo, puffs, largas mesas bajas... estilo colorista apto para jóvenes independientes y modernos preocupados por lo estético.
Los elementos estrella de la decoración de las casas de nuestras abuelas pueden ser recuperados del 'baúl de los recuerdos' para complementar unas paredes empapeladas con tonos pertenecientes a la gama de los lilas y rosas. Los empapelados vuelven con fuerza, las moquetas, las cortinas de abalorios y pedrería, así como los sillones y sillas ergonómicos. El vidrio, las alfombras de pelo largo y colchas también se revitalizan, sobre todo con colores fuertes y motivos típicos de los años sesenta.
La distribución de las estancias suele requerir salones amplios con cocinas integradas y separadas por una barra. Evitaremos puertas tradicionales, recurriendo a cortinas de cuentas, de tela o puertas correderas, aunque lo mejor es crear una estructura que recuerde al 'loft'.
Una de las soluciones más habituales es combinar el mobiliario actual con elementos decorativos de los sesenta y setenta: lámparas, ropa de hogar, cuadros, ilustraciones, ceniceros, vajillas, cojines... incluso neveras o televisores retro. Decorar nuestro hogar con estilo Pop y Retro no sólo es innovador y sorprendente, además permite dar rienda suelta a nuestra creatividad en la decoración.
Pop Art
El Pop Art es el referente de muchos elementos decorativos: desde las ilustraciones y pinturas, pasando por el color y las formas, hasta llegar a los carteles de películas, series de televisión y dibujos animados. A mediados de los años cincuenta dos críticos británicos etiquetaron como 'Popular Art' a una tendencia artística de moda, que se fundamenta en elementos expresivos de la publicidad, la televisión, el cine, los cómics y en general en los nuevos medios de comunicación, cada vez más importantes en la nueva cultura urbana que se gestaba en esos años.
Esa denominación, 'popular', carece por completo de cualquier connotación romántica o política: simplemente busca valerse de elementos fácilmente reconocidos por cualquier persona de cualquier parte del mundo gracias a la emergente sociedad global. El 'Pop Art' bebe de la cultura de masas de la nueva sociedad industrial que crece tras los años de depresión de posguerra.
Si buscamos darle un toque pop art a nuestra vivienda, podremos recurrir a reproducciones de las obras de Andy Warhol o Roy Lichtenstein como la mejor opción para ilustrar las paredes de cualquier casa, así como carteles de películas como 'Barbarella' -película de ciencia ficción protagonizada por Jane Fonda que se ha convertido en un auténtico icono pop-. Los elementos decorativos y los útiles del hogar pueden tener motivos de personajes de dibujos animados, cómic y cine, todo con el fin de darle un aire desenfadado a la casa.
Warhol tienen obras muy conocidas como las imágenes de las latas de conservas Campbell o botellas de Coca-Cola en cuatro colores, así como iconos del mundo del cine como Marilyn Monroe. Lichtenstein cultiva el cómic como expresión artística, por eso, sus cuadros ofrecen vitalidad y ritmo a cualquier estancia.
Formas y mobiliario
Las formas geométricas son los motivos más recurrentes para tapicerías, ropa de hogar, cortinas o empapelados. Círculos, rectángulos y triángulos de colores combinados, así como flores y otros elementos psicodélicos forman los estampados más frecuentes. Las curvas aseguran líneas ergonómicas y estilizadas: los sillones, las lámparas y las sillas incorporan movimiento a las habitaciones gracias a sinuosas formas.
Los colores más atrevidos son los que debemos escoger para tapicerías y objetos: fucsias, turquesas, verdes, naranjas... Los papeles tintados van desde el marrón hasta el ocre, pasando por marfiles y el color salmón. Lo mejor es combinarlos con libertad, buscando la psicodelia, pero evitando estridencias. Tampoco podemos olvidar las rayas gruesas, sobre todo horizontales, combinando blancos, rojos y azules.
Los muebles son siempre de líneas puras y maderas poco barnizadas. Los tiradores incorporan metales y plásticos para provocar un interesante contraste con los materiales naturales como la madera. Los diseñadores de muebles y lámparas escandinavos siguen creando numerosas piezas de talante Pop, de ahí que el diseño de los creadores de estos países a menudo se equipare con el estilo Pop y Retro. Un ejemplo claro es el del diseñador Verner Panton.