El mes de octubre de 1999 marca el comienzo de una carrera de obstáculos cuya meta fue alcanzada con éxito gracias al empeño de Gonzalo, que no cesó de buscar entre las miles de posibilidades, los elementos estructurales y de mobiliario más adecuados: tenía que conseguir ver materializadas las líneas de inspiración colonial que su mente dibujaba.
Piedra a piedra, el propietario de este bucólico rincón logró con gran esfuerzo y dedicación plena una casa en la que cada gota de pintura es consciente del cariño que se ha volcado en el brochazo que le ha llevado hasta allí. Las manos de sus familiares y amigos más cercanos abrazaron con gusto este proyecto, ayudando a Gonzalo a transformar sus ilusiones en un auténtico hogar. Y es que las economías modestas también pueden levantar auténticas obras de arte donde vivir, siempre que la constancia marque el camino.
La calidez de la madera tropical acaricia nuestros pasos peldaño a peldaño a medida que avanzamos por la escalera. En el camino hacia la siguiente planta, nos percatamos del excelente gusto con el que Gonzalo ha seleccionado los cuadros.
Las manifestaciones pictóricas están presentes en casi todas los lugares de la casa que presentamos, incluido el cuarto de baño. Esta delicada muchacha contribuye con las suaves pinceladas que la definen al toque íntimo de esta estancia tan especial.
Por debajo de la puerta se cuela la rústica piedra buscando cobijo entre los tonos rojizos y crema que separa una discreta cenefa dorada. Este delicioso mueble de cuatro alturas se convierte en un soporte ideal para los retratos más queridos.
Un zócalo de piedra irregular reviste la pared hasta la altura de las ventanas, pasando el testigo del protagonismo a un intenso color rojo vino al que adornan cascadas vegetales. La parte trasera colinda con un vergel colorido muy vistoso.
Llegados al interior del baño, no podemos más que maravillarnos con el espectáculo que contemplamos. La bañera de hidromasaje es una magnífica obra de arte. Hasta el diseño de los radiadores respeta el entorno rústico que reina en este rincón de ensueño.
Los saneamientos siguen una línea clásica que se integra a la perfección. La variedad de revestimientos comparte escenario armónicamente: piedra, pintura, cerámica... Pavimentos y paredes cálidas amparan elementos porcelánicos y mobiliario en madera.
Un tragaluz sobre la meseta confiere al aseo diario una iluminación singular. Los espejos tienen la estética de los útiles de antaño y los accesorios admiten la pureza del blanco y lo agreste de la madera. Destaca el tono cobre de la grifería del lavabo.
Continuamos desvelando los secretos de las estancias más reservadas. El dormitorio desprende grandes dosis de romanticismo de la mano del cabecero de forja, el banco tapizado, las vigas vistas y el efecto lumínico de los apliques y lámparas.
El sabor nace en una cocina rural en la que la madera sirve para panelar incluso el frigorífico. Pero lo campestre no rechaza la apuesta por los fogones más innovadores. Ingredientes modernos como la vitrocerámica y el cristal pavés lucen extraordinarios.
Los exteriores de esta vivienda de Oviedo se planificaron con la intención de disfrutar del aire libre con la llegada del buen tiempo. Una sabrosa barbacoa degustada en compañía bajo la sombra del cenador se convierte en la cita favorita del verano.
Pero el dueño de esta parcela no se ha olvidado de los más pequeños. La amplitud de superficie le ha permitido levantar un parque infantil, así como construir un pequeño pozo en un rincón muy especial al que acompaña el perfume cítrico de un naranjo.
Agradecimientos a Gonzalo, lector de Estiloyhogar.com