Como puedes imaginar, el estilo Farmhouse es una decoración inspirada en la vida de campo. Pero, no debemos confundirnos no se parece al estilo de las casas de campo españolas, sino a las campiñas inglesas o a las granjas estadounidenses. Podríamos definirlo como un estilo country.
Aunque tiene un toque rústico y un tanto desaliñado, los ambientes Farmhouse transmiten a las casas de campo mucha tranquilidad y un ambiente muy acogedor: “calorcito de hogar”. Por eso hace tan especiales las casas.
Cuando veas estas fotos y notarás lo que te digo…
Madera, madera ¡y más mucha!: es el material por excelencia en estilo. Normalmente, la vamos a ver en los techos, en el revestimiento de las paredes y en los muebles. Las paredes las solemos encontrar en color blanco o con un acabado envejecido. También son habituales el ladrillo o metal, ya que quedan genial con la madera.
Predominio de colores claros: en este estilo abundan los tonos luminosos. Por ejemplo, blanco, beige, gris claro o vainilla. Si quieres crear un ambiente más romántico, te animo a contrastar esos colores con tonos pasteles. También con turquesa, lila o amarillo podría funcionar.
Muebles rústicos y duraderos: hablamos de diseños muy tradicionales, como una mecedora en el salón o una mesa maciza en el comedor. Los muebles deben ser grandes y robustos para dar esa sensación de “para toda la vida”. Y si se trata de piezas antiguas restauradas.
Estampados de cuadros o rallas: estos diseños son ideales para el interior de los espacios Farmhouse porque le dan un poco de diversión a la decoración sin romper con la estética soft. ¿Dónde usarlos? Cortinas, ropa de cama, manteles y cojines.