Una iluminación deficiente en nuestro hogar o en nuestro sitio de trabajo, según la filosofía del Feng Shui, estanca a las personas y disminuye el “chi”.
La luz puede transformar cualquier ambiente dándole calidez y luminosidad.
Más allá de la función decorativa de lámpara u otros objetos que den luz, es importante conocer el impacto que pueden tener en la vida de quienes habitan un espacio.
Las fuentes de luz nos ayudan a equilibrar la energía ying - yang dentro de un espacio.
Si tu casa tiene mucha luz, tiene una energía yang. Si ocurre lo contrario (es oscura), la energía es ying.
A pesar de que no todos los lugares de nuestra casa necesitan la misma energía, tanto la cocina como el comedor deben tener una luz yang. En dormitorios o zona de estar la luz tiene que ser más suave más ying.
La luz natural no puede variarse. Pero lo que si podemos hacer con las técnicas del Feng Shui, es potenciar o neutralizar la energía a través del color, texturas y distribución de objetos.
En el caso de que la casa tenga muy poca iluminación es necesario tomar en cuenta los colores que debemos utilizar, ya que estos pueden ser un factor determínate para que estos espacios se vean muy oscuros.
Colores como el blanco, amarillo, crema son una elección segura para ganar luminosidad.
Observa también que un suelo oscuro en un ambiente poco luminoso, es un factor que debes tener en cuenta, con una alfombra en tonos claros le darás un plus de luminosidad a la estancia.
Y no puedo obviar que lo que genera una energía y luminosidad sin igual son las plantas verdes, o flores frescas.
Querid@s para el Feng Shui la iluminación no es solo decorativa, la utilizamos para activar el "chi" ayudándolo a fluir.
¡QUE UN CHI LLENO DE LUZ Y ENERGÍA TE ACOMPAÑE!