¿Recordáis que a la vuelta de verano os conté que queríamos hacer un huerto urbano? Representa para nosotros un primer paso para cambiar nuestra forma de vida, de momento simbólico, aunque todo se andará. A lo mejor os preguntáis qué ha sido de él, os diré que ya es uno más de la familia, tanto es así que tiene su propio blog, Diario de un Huertico. Si le echáis un ojo veréis cómo mis hijas, sobre todo la pequeña y mi marido lo miman como merece, os echaréis unas risas a costa de mi señor esposo (él es así, no intenta hacerse el gracioso, le sale de manera natural), a ver si llegáis a la historia de la crisis del gusano y descubrís al infiltrado….
Yo no entiendo mucho de plantas, pero sé que a la mayoría el frío no les viene bien, así que nuestro pequeño huerto ya ha usurpado todo el cerramiento que tengo en la parte delantera de casa, el efecto invernadero se consigue igual y a falta de uno de verdad como los de las imágenes, al menos tenemos sitio para proteger nuestra “mini cosecha” de las frías temperaturas que están por llegar y que por desgracia, ya se empiezan a notar.
Curiosamente dos de nuestros vecinos han fabricado sendas estructuras en el patio de atrás, será que ¿hemos desatado la fiebre del huerto urbano entre la vecindad?…
Imágenes Pinterest: Greenhouse
Imagen portada
Archivado en: Inspiración, Invernaderos, Jardines y terrazas