La que vamos a ver hoy es la casa de la diseñadora Caroline Kilmartin y su familia. Ella y su marido buscaban una vivienda en Manhattan Beach, California, y al no encontrar algo que encajase con sus gustos, optaron por comprar una propiedad y construirla desde cero con la ayuda del arquitecto Joyce Flood. La hermana de la diseñadora, Kilmartin, asumió la tarea del diseño interior. Para conseguir el producto final, lo que veis en las imágenes, tuvieron que esperar nada más y nada menos que dos años.
Aunque la casa esté en California y al lado de la playa, no querían que esto se reflejara de manera obvia en la decoración, optaron por mezclar estilos con el objetivo de conseguir una vivienda cómoda, natural y fresca. Para ello se pintó casi íntegramente de blanco, lo que la hace muy luminosa y ligera, y para añadirle puntos de interés el blanco puro se combino con otros elementos como maderas y telas naturales, alfombras y cojines vintage, arte y plantas.
La cocina y la sala de estar se encuentran en la parte trasera de la vivienda, cara norte, por lo que era fundamental conseguir la suficiente luz. Para ello se añadieron tragaluces y se enmarcaron con vigas de madera natural, además de poner tantas ventanas como fue posible. La cocina también se diseño completamente en blanco para que el espacio se viera despejado, ocultando incluso la mayor parte de los electrodomésticos. El toque “playero” lo aportan las lámparas de ratán suspendidas sobre la isla. Por último, bajo las ventanas se creó una zona de comedor informal con una mesa de madera maciza de nogal, los cojines para el respaldo están hechos a mano y se sostuvieron a la pared mediante correas de cuero que le dan personalidad.
Hay un rincón especial para ellos (yo diría que es de mis favoritos también). Se trata de un espacio creado para el pequeño de la casa y situado en una esquina del salón, lo original es que no parece la típica zona de juegos, el reto era que fluyese con el resto del espacio. La gran cómoda en realidad, sirve para guardar los juguetes y la daybed es perfecta para leer. El rincón está tan integrado en el salón que la mayoría de la gente no percibe que su función sea la de zona de juegos.
Además de la zona de office se creó un comedor más formal, combinando distintos acabados de madera en mesas y sillas, para dar un aire menos serio y relajado.
El baño era otro reto, ya que les resultaba difícil decantarse por un azulejo en concreto. Lo que hicieron fue seguir con el esquema general de la casa y ponerlos en blanco, pero jugando con distintos diseños para crear más interés y profundidad. Se añadieron también auxiliares en madera para aportar toques cálidos.
La decoración monocromática también se rompe en los dormitorios gracias a la combinación de texturas, en los textiles en el principal y maderas en el de invitados. Para el hijo mayor sí recurrieron al color, la pared del cabecero tiene como temática el espacio y a continuación, son los dinosaurios los que ponen la nota de alegría.
Por último, el salón cuenta con amplias puertas de acordeón que se abren al patio y la piscina, un gran espacio para el entretenimiento familiar y una buena manera de comunicar interior y exterior.
Hasta aquí el tour, si queréis podéis ver más imágenes de la casa en la cuenta de IG de Caroline Kilmartin. ¿No os encantaría poder comprar un terreno y haceros el diseño de vuestra casa a medida? Para mí sería un sueño…
Taburetes de cocina de Nuevo Living y apliques de pared de Schoolhouse Electric
Daybed la Cómoda de Anthropologie y macetero de West Elm
Sillas del comeder de Lulu & Georgia
Fotografía: LU TAPP OF DUSTYLU PHOTOGRAPHY
Vía: Domino
@caro_kmartin