Ayer llegué de vacaciones, como casi todos vaya, hoy la nevera estaba literalmente vacía, las niñas no tienen cole hasta el miércoles y tengo montañas de ropa para lavar y planchar. Definitivamente lo peor de las vacaciones es volver :-)
No es la primera vez que hago un breve post sobre cuartos de lavado, es un tema recurrente cuando veo el mío desbordado. Me siento incluso afortunada por tener una habitación específica para ello, nada como cerrar la puerta para no ver el desastre que se acumula dentro, a veces me pregunto qué haría si tuviera la lavadora en la cocina, ¿escondería la ropa en la nevera para no verla? Las imágenes que vais a ver probablemente os parezcan bonitas y surrealistas a partes iguales, a mí desde luego el día a día no me permite tener así mi cuarto de lavado, menos ahora que tengo montañas esparcidas por el suelo pendientes de lavar. No es mi estilo, pero vengo con la colada de cuatro personas de una semana completa, ¿para qué intentar poner lavadoras en Soria?, mi casa es tan fría que no se iban a secar, así que todo sucio a Madrid…
Por cierto, ayer una amiga comentaba en Facebook cuántas coladas había hecho en un día tras sus vacaciones, acto seguido se producía una ristra de contestaciones sobre lo mismo y casualmente todos eran mensajes de mujeres, ¡arggggg!
Nos vemos el miércoles y espero que con un post más ameno que este…
Imágenes de mi panel de Pinterest: Laundry
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