Hola a todos. Yo soy Magy del blog lifestyle La Morada Simple y hoy ando de visita en Se Llama Estilo (muchas gracias por tenerme en tu hogar, Cristina). Al inicio de semana, Cris también estuvo de visita en mi blog y nos contó sobre sus 5 razones para volverse minimalista. Ahora toca el turno de conocer las mías. La verdad es que concuerdo bastante con sus razones, pero vamos a hacer más variado este asunto y poner otras 5. Y si también deseas conocer 5 hábitos minimalistas te invito a pasar por La Morada Simple en este #OctubreMesDeMinimalismo.
Y de momento, aquí mis razones:
1. ES LO QUE NECESITABA
Mantenerse leal a los ideales de uno mismo es algo que valoro y defiendo enormemente. Y para mí, el minimalismo ha entrado perfectamente en la ecuación. Con el tiempo, he descubierto que amar las cosas sencillas es un privilegio y un lujo indescriptible. Que tener poco no le resta valor a mi vida y mientras sea feliz, no hay necesidad de mucho. Al principio no era fácil pero trae tantos beneficios (y lo veremos en otro artículo) que ¿cómo no adoptarlo? No me considero una persona de muchos lujos y aprecio hasta el más pequeño gesto, pero al inicio de este blog eran distintas las cosas. Al no tener trabajo, me sentía forzada de planear mi matrimonio con austeridad y me sentía frustrada. Con el tiempo fue que descubrí que vivir un estilo de vida minimalista era justamente lo que necesitaba. Ahora vivo en armonía con lo que quiero y lo que necesito. Y como cuenta el dicho: No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita (también esta frase es de mis favoritas).
2. ES BUENO PARA LOS DEMÁS
Cuando haces algo que es bueno para ti, está muy bien. Pero cuando haces algo bueno para los demás, es increíble. Tener una vida minimalista me ha abierto los ojos al consumo que hago y me ha hecho más consciente sobre las cosas que compro. Ser minimalista no es gastar menos, sino comprar mejor. Comprar productos más éticos, consumir productos locales, comprar productos que generan menos basura e incluso buscar que tus productos no dañen a otros. Una de las cosas que siempre había deseado desde la preparatoria era disminuir mi huella de carbono, y me siento orgullosa de que por fin lo estoy logrando a pasos grandes. Ser minimalista me ha dado tanta libertad sin interferir en la de otros.
3. ME PERMITE TENER UNA VIDA MÁS SENCILLA
Ser minimalista me ha ayudado a tener una vida más sencilla. Y para mí, una vida sencilla es una forma de vivir sin estrés, con más enfoque, siempre siendo genuino con uno mismo. Una vida fuera de complejidades es algo maravilloso de experimentar. Todo tiene un orden y una forma de hacer las cosas. No tengo que preocuparme por cosas insustanciales y el tiempo lo aprovecho mucho más. Una vida sencilla y minimalista ha canalizado de mejor manera mi vida en donde tengo más claro lo que quiero y lo que busco.
4. ME PERMITE COMER MEJOR
Además de traer beneficios para mi mente y espíritu, llevar una vida minimalista ha mejorado mi alimentación también. Como ahora cuidamos más consumir productos que no vengan empacados o enlatados, nos hemos enfocado en comprar alimentos a granel. Nuestra dieta ha evolucionado y ahora es más natural, rica en granos y proteínas vegetales. En casa llevamos una dieta vegetariana (El Mr.) y vegana (yo) en donde tenemos que investigar mucho para no descompensarnos ni hacer aburrida la hora de la cocina. Gracias a que me volví minimalista, he conocido ingredientes que no había probado y como gastamos muy poco nos hemos podido dar la oportunidad de disfrutarlos (o comprar más aguacate, que ha subido bastante de precio… ¡y adoro!). También he notado como mi condición física es mejor y más saludable. Antes de casarme sabía que quería para mí y mi esposo una vida sana y fue entonces que descubrí en el minimalismo la herramienta perfecta.
5. YA LO ERA PERO NO LO SABÍA
Me sucedía mucho que mi madre me regañaba por vestir lo mismo cuando tenía más cosas. La verdad, es que las prendas que me hacían sentir cómoda eran pocas. Como soy una persona pequeña (mido 1.44m de alto) me resulta difícil que la ropa de adultos me sienta bien, y si algo llega a quedarme es muy atesorado. Esto es en cuestión de mi guardarropa, pero aprendí cómo tener menos cosas que nos hagan sentir felices es mejor que tener muchas que nos hagan sentir miserables. Soy una persona que sabe lo que le gusta y soy honesta cuando algo simplemente debe salir de mi vida. Es por eso que volverme minimalista no ha sido un reto imposible. Poco a poco he vendido, donado o regalado muchas de mis pertenencias y conforme sigo despidiéndome de cosas materiales descubro que las cosas intangibles son las que más me ponen contenta. Para mí, lo que me hace rica son las experiencias y las personas que amo. Eso siempre lo he sabido, pero ahora al desprenderme de cosas materiales han adquirido mucho más valor. Y esas, son mis 5 razones para ser minimalista. Cris tiene las suyas y tú puedes tener las tuyas. Quiero aclarar que este movimiento no se trata de quién está mal y quién está bien. Esto es de compartir un nuevo estilo de vida con un nuevo enfoque y comprometido con ciertas ideas. Y si aún no lo haz notado, este post forma parte de #OctubreMesDeMinimalismo, así que no se pierdan de las otras entradas que están por venir y que las hemos preparado con mucho cariño.
¿Qué opinas?
¿Te unes?
Magy