Este antiguo molino de aceite del siglo XII situado en Extremadura con un encanto y sabor realmente indefinible dada su mezcla de estilos y culturas. Una acertada rehabilitación del arquitecto Ricardo Elizondo donde se mantiene el espíritu del viejo molino de aceite, salvo el tejado que se desplomó, con todos los muros conservan el enfoscado y la piedra originales. Construido por los monjes Jerónimos como una especie de monasterio, posteriormente se convirtió en un molino de aceite. Dado su valor histórico, la arquitectura original se ha mantenido intacta y forma parte de su originalidad.
El proyecto de interiorismo corrió a cargo del estudio Laminter que elige para las estancias piezas de mobiliario caracterizadas por la austeridad de líneas y los materiales naturales. Tejidos de lino, terciopelo, madera y cuero. acero y hierro. Espectaculares soluciones que refuerzan y engrandecen el carácter propio del lugar. El contraste se consigue gracias al acero y el hierro. Un vano abierto conecta la zona de la chimenea y el salón.
El pavimento de toda la vivienda se trata de un revestimiento continuo de resinas cementosas en gris claro, muy luminoso y que contraste y resalta con las carpinterías de madera, que han sido restauradas. Un estar con chimenea, un hogar muy especial que conserva la embocadura original de piedra caliza, que se ha restaurado.
En el techo del comedor se ha copiado el tono de las vigas antiguas. Las sillas, en terciopelo azul, rodean a la mesa industrial de hierro. El altillo-biblioteca y las dos escaleras del salón son dos piezas muy audaces y espectaculares como solución que refuerzan y engrandecen el carácter propio del espacio.
Piezas de brocanterie, elementos vintage, diseño industrial y una línea artística muy marcada, son las características de este singular espacio. Los muebles lacados en blanco, las superficies de acero, el suelo gris claro y las vigas blanqueadas del techo se alían para arrojar luminosidad a la cocina, de carácter minimalista.
El dormitorio puede disrutar de una magnífica panorámica sobre el patio central de la edificación. En la pared de piedra vista con un vano cegado se apoya el cabecero, tapizado en lino, toda una obra de arte. En el baño destaca la línea sencilla y asutera con el blanco de base.
¿a que es una vivienda increíble?
¡¡Os deseo una feliz semana!!
Fotografías Decorablog
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