¡ Vaya cucada de silla !
Es una silla vintage que, cuando la tuve en mis manos, estaba pintada con esmalte marrón y muy sucia.
El modelo de silla me encanta, así que cogí pintura y pinceles y me puse manos a la obra.
Primero la lijé un poco para quitarle el brillo al esmalte, después la pinté con pintura plástica de color turquesa, que es uno de mis colores favoritos. Dí otra mano de turquesa y dejé secar.
Ahora llega una de las dos partes de la diversión... el decapado. Lijé por toda la silla hasta dejarla a mi gusto. Lo siguiente fué quitarle bien el polvo.
La segunda parte de la diversión fué aplicarle la técnica del transfer en el asiento y en el respaldo de la silla, por delante y por detras.
Para el respaldo he escogido unos motivos de costura parisinos y para el asiento he elegido una estampa vintage preciosa.
El transfer es una técnica que requiere un poco de paciencia, pero el resultado es merecedor de un grandísimo ¡ ohhhh !.
A las imágenes también las lijé ligeramente para integrarlas bien . Y por último, le apliqué 2 manos de barniz mate al agua.
Tiene unas pequeñas imperfecciones, pero éstas son las que más me gustan a mi, porque es donde verdaderamente se puede apreciar el trabajo artesanal y el encanto de lo hecho a mano .
Esta silla está a la venta , sólo existe una en el mundo. Aunque volviera a pintarla con el mismo color y le aplicara las mismas imágenes con transfer, no sería igual a ésta, cada objeto es único y especial.
Tengo dos sillas más todavía sin pintar. Si te animas, contacta conmigo y dime como la quieres.
Podrás presumir de tener algo realmente exclusivo.