Definir el 2008 con una sola palabra resulta imposible. Por un lado, el debate del cambio climático ha puesto de relieve el diseño ecológico, mientras que el desarrollo tecnológico apadrina la domótica. Lo provocador comparte escenario con lo emotivo, ya que no podemos olvidar que "el espacio habla de nosotros", según asegura el interiorista Erico Navazo, que hace hincapié en la búsqueda de la exclusividad a través de lo artesanal: "lo hecho a mano está en alza, por lo que hay que huir de lo fabricado en serie".
Ante tal avalancha de directrices, la presencia de un supervisor se impone. Los mentores de hoy están en las revistas, los blogs y las asesorías de imagen. Son los curadores del siglo XXI. En el Derecho romano, el curador era la persona encargada de la custodia de alguien o de sus bienes. Con el nacimiento de las vanguardias, se convirtió en lo que hoy conocemos como el comisario de una exposición. Trasladado al interiorismo, sería una persona que maneja recursos de muchas fuentes y que, al mismo tiempo, es un líder de opinión porque cuenta con un público fiel. En este sentido, y teniendo en cuenta que cada vez es más difícil diferenciarse, el asesoramiento nos aproxima a una visión de la vida más clara y acertada, con mayores elementos de juicio.
Conciliando tendencias
Según Louise Chidgey, editora senior de interiores de la WGSN, una compañía especializada en el análisis de tendencias, se trata de una "una reacción consciente contra el incesante aumento de la producción masiva, cuyo foco se dirige hacia elecciones responsables, artesanales y personalizadas". Las propuestas para el hábitat se multiplican exponencialmente y este rebosamiento genera indecisión. Si no podemos elegir solos, no es mala idea dejarse aconsejar por los guardianes de tendencias, que realizan un filtrado excepcional. Chidgey insiste en que este consumo asesorado "descubre la historia y la belleza de un producto a través de su autenticidad y relevancia personal", añadiendo que este "conjunto de sugerencias posee una individualidad más exclusiva".
Quedarse con lo mejor. Éste parece ser el lema del año que acaba de comenzar. El eclecticismo en decoración invita a tomar lo más destacado de cada estilo sin perder de vista el equilibrio, posicionándose en un ambiente intermedio, sin extremismos. "Apostaría por los ambientes eclécticos; bien espacios sencillos con toques barrocos, o bien escenarios depurados con aires vintage", revela el interiorista Erico Navazo, recordando que el peso de la identificación es vital en un hogar: "hay que buscar siempre el punto que aporte personalidad a un espacio, decir no al ?look total? y al ?todo de catálogo?, y quedarnos con las casas que cuentan historias". Chidgey también se muestra partidaria de esta actitud, proponiendo "detalles acabados a mano".
Irrupción del color
El marco que recibirá nuestro día a día está presidido por la "cámara blanca", según declara el interiorista Diego Rodríguez, coincidiendo con Navazo, quien también habla sobre la necesidad de trabajar "sobre una base neutra". Sobre este lienzo, ambos profesionales instan al particular a utilizar el color sin miedo. Navazo aconseja el empleo de "grandes paneles de colores intensos, grises plomizos, marrones tabaco, etc. en contraposición con colores ácidos, creando un ambiente muy contemporáneo".
El relevo del blanco sobre blanco motivado por la apuesta hacia tonos más vibrantes, no debe desviarnos, ya que hay que ser cuidadosos con las fluorescencias desagradables. Desde la WGSN, recomiendan "elecciones más sutiles, tonos tierra y neutros con toques pastel". En este sentido, el lacado deslumbrante irá disminuyendo para dar paso a una preferencia marcada por el mate. Respecto a los materiales, la madera vivirá un nuevo auge, apoyándose en la multiplicidad de acabados: "fresno olivato, naturales empolvadas, tacto piel natural, etc.", revela Navazo.
Los verdaderos imprescindibles
Al margen de esta urgencia por destacar por encima de lo universal, siguen existiendo piezas cuya atracción es inmutable. Sin embargo, las reediciones clásicas del siglo XX, como la silla Barcelona de Mies Van der Rohe o la serie LC de Le Corbusier, pierden fuelle en virtud de la creatividad nacional. Navazo nos sugiere las de la firma Santa & Cole, así como no perder de vista los 25 años que cumple la marca Stua. Por su parte, la portavoz de la WGSN nos da dos nombres propios a los que habrá que seguir la pista: el trabajo de Patricia Urquiola para B&B Italia y el de Marcel Wanders para Moooi.
En cuanto a los objetos decorativos que acumularán más portadas este año, parece que las lámparas colgantes XXL acapararán toda la atención. Por otro lado, el año pasado asistimos al nacimiento de un detalle ornamental que ahora se asentará definitivamente: el vinilo adhesivo. Las paredes se rindieron a las siluetas florales de estas pegatinas, pero los futuros diseños serán auténticas fotografías, e incluso opciones con relieve, como las de la casa francesa Plage. Otro gran triunfador que ratifica su empuje es el papel pintado. Diego Rodríguez enfatiza su renacimiento, anunciando que "viene con mucha fuerza y hay ejemplos realmente maravillosos". No debemos olvidarnos de conceder protagonismo a nuestros rincones favoritos con complementos que desprendan carácter. Navazo menciona el éxito del que gozará "la cerámica de autor de los años 50 y 60".
Vistiendo tu hogar
Mención especial merecen los textiles. Los estampados más variados serán los reyes de las colecciones que están por venir, desde los dibujos geométricos hasta los motivos vegetales. Beatriz Gancedo comenta que "las flores serán más precisas, ya no están desdibujadas, y los colores serán más fuertes y vivos, como el naranja o el fucsia. Veremos diseños de motivos botánicos, toiles y modernos estampados sobre lino fino de base tostada o gris". La inspiración provendrá del pasado y de regiones lejanas, como India, China o África, según afirma Chidgey. Navazo, por su parte, nos da otra pista: las telas de autor, en concreto las de Alexander Girard.
El brillo será parte inherente de los tejidos, pues terciopelos, sedas y rasos vuelven a la palestra, dando un descanso a los metalizados. Asimismo, el color vino, el verde uva y el gris azulado harán acto de presencia. Desde Tapicerías Gancedo manifiestan el empuje de las texturas de fantasía dentro de las fibras naturales, dejando ver mucho la trama. "También crece el interés por los lavables e ignífugos", admite la directora de Marketing de esta firma textil, que incide en el estallido de la pasamanería: "cordones de terciopelo en musgo, caldera, granate, marrón o negro, alzapaños con Swarovski y plumas, detalles de cuero, etc.". De este modo, los hogares caerán bajo el hechizo del color, la mezcla de estilos y los complementos unidos a experiencias vitales.