Con una estética retro (armario, espejos, focos) y algún mueble de diseño contemporáneo como la mesa y las de sillas de Eero Saarinen.
Como experta en consulta de dentistas desde mi más tierna infancia, (al parecer la calidad de mi esmalte tiene la culpa), he tenido la dudosa suerte de conocer varias consultas de Bilbao, Madrid, e incluso alguna en Toledo, San Sebastián o Gorliz.
El diseño en este sector esta muy desarrollado y son por lo general, espacios con aires futuristas, donde el aséptico blanco y toques de verdes o azules (a juego de las batas de los profesionales) predominan junto a armarios de laca blanco y mucho cristal.
Nada que objetar, de hecho cuanto más y mejor diseño futurista tiene la consulta más sensación de confianza me aporta. Supongo que inconscientemente lo asocio a una mayor inversión en tecnología y maquinaría dental. Como si eso minimizará el dolor del pinchazo de la anestesia que es, con mucho, con lo que más sufro y lo único que duele, además de las facturas.
Esta consulta me ha hecho pensar que me encantaría encontrarme algo así, más amable, más parecido a un saloncito, donde se integra la maquinaria como un elemento extraño al que se le quiere "restar" el respeto, perdón miedo, que suelen dar.
Se "sale" de lo esperado y usa las tendencias de diseño actual aplicadas al sector médico.
Bravo por esto, aunque sigo echando de menos un elemento que debería ser Fundamental en el Diseño de toda consulta de dentista.
Me refiero al TECHO, que es el lugar que sin duda, estás más tiempo condenados a mirar. Un diseño de techo divertido y ameno, o por lo menos, con un buen acabado sería lo perfecto.
Dedicado a mi padre, gran experto también en consultas de dentista, del que he heredado sin duda la calidad del esmalte.
(imágenes vía Remodelista)