Por nuestro Instagram sabrás que hemos estado de vacaciones de Semana
Santa en Las Hurdes y el Valle del Jerte, al norte de Cáceres, y que nos hemos
alojado en Akassa, cabañas bioclimáticas resultado de restaurar antiguos
chozos de pastores extremeños de la zona.
Nuestra experiencia ha sido de 10 por instalaciones, trato, entorno...
Os cuento un poco sobre este pequeño y encantador complejo turístico, aunque
tenéis toda la información del mismo en su web.
Akassa está formado por cuatro cabañas rurales con una arquitectura de
vanguardia y un diseño impresionantes, como podéis ver en las fotografías.
En ellos confortabilidad y medioambiente se integran completamente.
Flor y Nacho, los propietarios, decidieron hace unos años dejar sus respectivos
puestos de trabajos fijos en grandes compañías para vivir más próximos a la
naturaleza y eligieron la preciosa región de Las Hurdes. Inicialmente crearon
un centro de yoga y terapias alternativas al tiempo que llevaban a cabo la
recuperación de los chozos y a finales del año 2015 inauguraron Akassa que
significa Eter en sánscrito (yo creí que el nombre tenía un origen japo, jugando
con el concepto de hogar, de ir "a casa", pero no, finalmente esta es la
explicación que nos dieron Nacho y Flor)
Una de las prioridades a la hora de construir este complejo fue respetar al
máximo el medioambiente y la sostenibilidad del entorno por lo que han
intentado mantener la mayor parte de la flora autóctona en los exteriores y
han optado por invertir en un costoso sistema de climatización ecofriendly.
Igualmente han cuidado cada detalle, desde la ubicación de cada Chozo a sus
elementos decorativos de manera que ha sido seleccionados por Turispain
como uno de los cinco alojamientos más increíbles de España y, desde luego,
nosotros constatamos que lo son.
Nacho y flor tienen dos niñas y apoyan el turismo familiar por lo que el
complejo cuenta con zona de juegos para peques (arenero, cama elástica,
columpio...)
Cada chozo está dedicado a uno de los elementos de la naturaleza, aire,
agua, tierra y fuego, de modo que sobre una base decorativa común de
colores neutros y estilo noretnic, cada cabaña tiene algunos elementos
con un toque del color correspondiente.
Nuestro chozo era el de Agua por lo que el azul estaba presente en el
baño, algunos cojines y alfombras...
La estructura, totalmente blanca, convierte cada edificio en una caja de luz en
la que mobiliario y detalles decorativos se integran para transmitir simplicidad y
calma. Aquí poner en práctica el buscado slow life es tan fácil...
Por su formación y experiencia en yoga y terapias alternativas, Flor y Nacho
ofrecen en Akassa clases, seminarios, talleres, retiros y excursiones para
enseñarnos a sacar lo mejor de nosotros mismos.
Los chozos cuentan con elementos que invitan a la meditación, con la que
elevar mente y espíritu, así como a cuidar y aprender a escuchar nuestro
cuerpo. Nacho nos enseñó a hacer unos ejercicios con el tronco que veis en
la fotografía que sigue para averiguar qué zonas de la espalda tenemos
contracturada y cómo conseguir relajarlas.
Las cabañas cuentan con un espacio diáfano en la planta de entrada que
comparte salón y dormitorio secundario, baño independiente y las escaleras
que dan a una media planta donde se encuentra el dormitorio principal.
Una Koushi Lamp gigante colgada del altísimo techo preside el espacio
¡Magnífica! A su lado la que yo hice se queda en nada de nada ;-)
Para favorecer un espacio limpio a nivel físico y energético, Nacho y Flor
aconsejan descalzarse dentro del chozo, así como evitar que los dos gatitos
que viven el en complejo entren en las cabañas ya que cuentan con su
propia casita hecha con cajas de colmena.
Copito y Juguetón, los gatitos de la casa, hicieron las delicias de Javier y su
novieta Lucía que nos acompañó. Son realmente irresistibles.
En el dormitorio principal una cama gigante apoyada directamente sobre el
suelo permite disfrutar del bienestar que aporta el sistema de climatización
instalado en los chozos.
El baño muy cómodo, con ducha termostática y esa sensación tan agradable
de pisar sobre suelo calentito.
Me encantó el diseño del espejo del lavabo que permitía encender el marco.
Superútil para maquillarse ;-)
Los chozos no tienen cocina porque el complejo cuenta con un amplio espacio
común con chimenea, mesas y una gran cocina completamente equipada,
decorada en un acertado estilo vintage industrial.
Nacho y Flor ofrecen desayunos muy completos con especialidades caseras y
de la zona.
Cada chozo tiene asignado un espacio en la nevera y puede hacer libremente
uso de todo lo que hay en la cocina para comidas, meriendas o cenas.
La ensalada hurdana de naranja, limón, chorizo y huevo duro, aliñada con un buen aceite de la zona,
nos sorprendió y encantó por el contraste de sabores, texturas y acidez.
Y la mermelada artesana de cerezas picotas del Valle del Jerte se convirtió en
mi tentación de cada desayuno, durante nuestra estancia y también ahora
porque me he traído dos botes.
Aquí podéis ver una panorámica de los chozos.
Los exteriores cuentan con varios rincones para sentarse y disfrutar de las
magníficas vistas de las montañas hurdanas, así como un gran espacio con
pérgola y cesped donde poder practicar yoga en el exterior o descansar en
los sillones Acapulco. Las puestas de sol desde aquí son impresionantes.
Durante nuestra estancia grabé vídeos de las distintas zonas para mostraros
un home tour completo pero al montarlo descubrí que la grabación dedicada
al interior de nuestro chozo estaba desenfocada a partir de un determinado
momento: en mi entusiasmo por grabar con la cámara reflex para conseguir
mejor calidad, no me di cuenta que había dejado puesto el enfoque y el modo
manual después de haber tomado las fotografías.
He intentado compensarlo introduciendo algunas de las fotografías en el
vídeo. Espero que me disculpéis porque hay trozos que pueden resultar algo
mareantes, aunque la preciosa música de fondo que ha sido compuesta por el
propio Nacho (sí, es músico y Totálitse es su nombre artístico), creo que lo
mejora bastante.
En otro momento de mi vida me hubiera disgustado muchísimo por este fallo y
porque el resultado no fuera perfecto, así como por haber perdido todas las
fotografías y vídeos que tenía en la tarjeta del teléfono (no sé lo que hice al
descargarlas en el pc pero se esfumaron).
Sin embargo, estoy en un momento vital en el que doy prioridad a sentirme
bien, valorar lo positivo sobre lo negativo y relativizar todo.
Quizás el vídeo no sea perfecto pero en su imperfección me recuerda que lo
importante de Akassa, por ejemplo, fue la experiencia de calma y bienestar
que nos transmitió y de la que me he traído una parte conmigo.
Lo que sí es seguro es que la experiencia ha sido maravillosa, al menos es la
palabra que más repito en el vídeo.
Y como suelo hacer con los souvenirs que me traigo a casa de cada viaje,los disfruto rememorando su lugar de origen.
En este caso durante el desayuno ;-)
Espero que hayáis pasado un bonito tiempo de Pascua