El estilo es un rústico refinado, puesto que contiene elementos más románticos que suavizan la dureza de la piedra y la madera. Según las palabras de Viviana "quise perseguir la sencillez y disfrutar de ella sumándole una pizca de sofisticación". El nombre de la cabaña es 'Soleada' puesto la distribución se ha concebido sencilla y buscando la mayor luminosidad posible.
En su estructura se destaca el uso de la piedra y la madera con grandes ventanales para aprovechar la luz. Además, está ubicada en un gran parcela llena de pinares que podemos disfrutar desde cualquier estancia. La casa está conciba para que la naturaleza sean un componente más de la decoración y dando mucha importancia a la vida fuera de ella.
Viviana nos describe a la perfección el cuarto de baño del dormitorio principal, "las paredes en piedra y los techos madera, paños de vidrio fijo y un impresionante hidromasaje". Aunque el conjunto es uno de los más llamativos de la vivienda, uno de sus pequeños tesoros es la zona del lavabo con un impresionante espejo.
Lleno de magia nos encontramos en la planta de arriba con el dormitorio, donde destacan los tonos blancos y morados. El dosel le da un aspecto mucho más romántico a la estancia, que no tiene demasiados muebles para dar un aspecto mucho más relajado y distendido. En las cortinas también se vueve a recurrir al violeta, aunque la luz es la única protagonista del cuarto.
Alrededor de la casa encontramos en madera el porche y las terrazas que son simplemente espectaculares. La calidez de la casa entra en contraste con el blanco de los textiles y el verde de los pinares que bordean toda la cabaña. Una mecedora, algunas hamacas y un amplio sofá configuran todo el mobialirio exterior de la encantadora casa de Viviana y Osvaldo.