Hace unos días te conté cómo una caja de madera había decidido seguirme hasta casa.
Se puso muy pesada y decidí hacer algo con ella para que pudiese adaptarse a Villa Meme.
Al principio no tuve muy claro qué hacer con ella, tenía mil ideas y una sola caja, así que unidos en cónclave familiar tuvimos que debatir durante horas cuál sería su uso.
Meme votaba por dejar tal cual y reutilizarla como su cama, pero yo no estuve muy de acuerdo, y después de una tensa negociación decidimos crear un columpio para plantas.
El cambio de imagen de mi pequeña caja ha sido muy sutil, un poco de tela, un poco de cola, y mucho cariño.
Quería hacer algo fácil que tú pudieses reproducir facilmente en el caso de verte en misma situación que yo (seguro que tú tampoco tienes eres capaz de ver una caja triste y sola al lado de un contenedor y pasar de largo)
No me enrrollo más.
Materiales:
Pintura (yo usé temperas, pero puedes hacerlo con rotuladores)
Un trocito de cuerda
Tela
Cola
Una maravillosa caja abandonada
Lo primero que hice fue hacer un dibujo y calcarlo en la caja, si te atreves puedes hacerlo directamente.
Después pegué unos trozos de tela con un poco de cola a la caja.
Hice unos agujeros para meter las cuerdas.
Y ya está, ya hemos dignificado a nuestra caja de madera.
Otra opción es usarla como bandeja para hacer un picnic o para servir el té.
Si encuentras una caja en la calle, mírala directamente a las asas y seguro que te te pone ojillos y te dice “llevame a casa”
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