Esto es lo que le decía Aldara a mi hijo cuando le preguntaba qué quería estudiar y claro, es que en 4º de la ESO hay que plantearse un poquito lo que uno "quiere ser de mayor".
- He encontrado un blog que me ha encantado y no paso ni un día sin verlo, se llama My Leitmotiv.
- Qué??? Pero si ese es el blog de mi madre!!
Mi hijo no se podía creer lo que le estaba diciendo su amiga y yo menos cuando este me lo contaba. ¿Lo qué son las cosas verdad?
Pues a raiz de esto os quiero contar un poco más sobre esta profesión idílica y en algunos casos y más en los tiempos que corren, quizás un poco mitificada.
Pues como en cualquier otra profesión después de pegarte tus años correspondientes de carrera terminas y no tienes ni idea de nada. Nos creemos que vamos a salir siendo "diseñadores" y lo que realmente sabes hacer es pasear el título esperando a que alguien confíe en ti y te ponga a hacer fotocopias en un estudio, este no fue mi caso pero es un típico tópico. Con suerte empezarás a participar en breve en la parte técnica de algún proyecto, porque para todo lo demás todavía queda un poquito.
Luego viene lo mejor, quieres trabajar por tu cuenta y aquí es cuando verdaderamente empieza la fiesta. Te conviertes en "mujer u hombre orquesta". Como bien dice este título, lo tienes que hacer todo. Desde que una obra o proyecto cae en tus manos hasta que la terminas es una verdadera maratón y ya ni te cuento si tienes varias al mismo tiempo pero eso suele venir con el tiempo, osea que al principio y con suerte de que te salga algo lo podrás hacer todo.
¿Bonito verdad? Eso parece porque ser interiorista no es estar todo el día mirándo catálogos de muebles, cartas de colores y fotos bonitas. Detrás de todo esto hay mucho trabajo de campo como digo yo.
Cuando llegas a un local o casa que mejor no calificar y ves lo que quieres hacer, llega el cliente y te dice: no, eso no, a mi me gusta de esta otra manera. Pero vamos a ver, -para qué quieres un interiorista? -No es lo que te guste si no lo que vaya a ser mejor para lo que quieres o necesitas. Hasta aquí todo aclarado y ahora, te toca defenderlo y hacer que lo entienda. Y nada como te descuides, otro proyecto del que no podrás estar del todo orgulloso porque no te van a dejar hacer como profesional lo que sería mejor para ellos.
Siempre digo que "detrás de un buen proyecto, hay un buen cliente" y no porque vaya a ser una obra con un presupuesto elevado, que eso también hace, si no porque te dejen trabajar. Al fin y al cabo esto es un proceso creativo.
Después de pelearte con el cliente te queda otro frente abierto con la parte técnica, planos, mediciones, normativa... ¡¡pero si tengo las manos atadas!! ¿Quién me mandaría a mi meterme aquí con lo que me gusta estar en mi casa haciendo pasteles? Bueno... tendrá su recompeeeeensa. Si claro, la recompensa es llegar a la obra y empezar a pelearte con el fontanero porque no tienes el grifo en su sitio, con el electricista porque te ha puesto las tomas de luz donde al buen hombre le ha parecido bien, asi es que, cabreo a la vista y vuelta a empezar. Solución a esto? las hay, pero todo lleva su tiempo.
Bueno, todo esto os lo cuento así un poco a modo de parodia, pero para ver una de estas super casas que estamos acostumbrados a ver en la red hay que saber que detrás hay muchas pero muchas horas de trabajo. Claro está que no es lo mismo un proyecto en manos de un interiorista de reconocido prestigio con su séquito de técnicos detrás, que ser el "hombre o mujer orquesta" que va penando de acá para allá con sus ideas, planos y muestrarios debajo del brazo.
Desde luego si lo que os gusta es buscar el color de las paredes, elegir las cortinas o cambiar lo cojines esta no es vuestra profesión. Por el contrario tengo que decir que en mi caso tooodo este esfuerzo me resulta muy gratificante cuando el cliente después de un tiempo me dice que le encanta estar en su casa o me recomienda a un amigo. Sin duda eso es lo mejor.
Y como decía el amigo Einstein, "trabaja en lo que te gusta para no tener que trabajar ningún día". Hay que perseguir los sueños pero hasta del más bonito se despierta. Como buena soñadora que soy y que siempre me tenéis en las nubes sólo puedo decir que no dejéis de perseguir vuestros sueños pero siempre con los pies en la tierra.
Con todo mi cariño, espero que esta reflexión os haya gustado.