Se caracteriza por el protagonismo de la cocina y el comedor, lugar donde la familia pasa la mayoría del tiempo en las auténticas casas rurales o de pueblo, junto al fogón, al amor del fuego o conversando entorno a una mesa mientras se aprecian sabores, tiempo y compañía.
Generalmente utiliza materiales naturales: madera, adobe, piedra, hierro y fibras naturales. En la paleta de colores predominan los tonos arenas, ocres y terrosos, aportando calidez y armonía. Sin olvidar los acentos de color en lavanda, azul aciano o amarillo napolitano, entre otros.
En los textiles es muy típico el uso de lino así como los estampados en cuadros vichy, diseños florales y encajes. Sin olvidar la importancia de los detalles decorativos mediante utensilios de cocina, loza, antiguos apeos de labranza, flores silvestres y candelabros.
El estilo rústico, como estilo tradicional, convive con el folclore de cada pueblo que le aporta sus peculiaridades. Por lo que podemos encontrar innumerables variantes de este estilo dependiendo de su región: toscano, provenzal, escandinavo, alpino, hispano colonial...
Os dejamos disfrutando de estas 5 maravillosas cocinas.
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