Inspirándose en un nuevo barroco reinterpretado desde la línea recta, la decoradora destierra el dominio del contraste blanco-negro para introducir un nuevo tono dotado de valores delicados y muy ricos: el berenjena. El empleo de pieles y sedas de extraordinaria nobleza y suavidad concede al dormitorio de 40 m² un lujo inédito.
Conjuntos volumétricos perfectamente calculados penden sobre el lugar de descanso y el completo baño que le acompaña, devolviendo al techo el protagonismo perdido. La grifería y los sanitarios se rinden al encanto de la curva, redondeado sus aristas. Obras de arte cohesionan un ambiente donde nuestros sentidos se acomodarán gustosos.
El techo es un homenaje al juego visual, sugerido a través de la combinación de planchas en diferentes alturas. La luz de candilejas se asemeja a una suave cascada que brota hacia los extremos, mientras que la estructura central, dispuesta oblicuamente, ha sido arropada por un exquisito papiro humo. El elemento de enlace viene de la mano de la iluminación de color arándano.
Frente a la cama, volvemos a encontrar la formica; esta vez, como soporte destacado de una pantalla de televisión, al tiempo que continúa su presencia latiendo en la puerta de entrada. Un cómodo chaise-longue que aúna wengué y acero, promete momentos relajantes sobre un tapizado de piel en tono tiza. Debajo de él, una alfombra de astracán y a su derecha, una obra de Alberto Palomera.
Las expresiones artísticas forman parte de la vida de Chamorro, por eso siempre cumplen un papel especial en todos sus proyectos. Para mostrar dos fotografías firmadas por Martín Blázquez, la diseñadora ideó dos estructuras de pladur forradas: la más alejada, en papiro de oro viejo y, la más cercana, en el omnipresente berenjena. A continuación, vemos una talla oriental que data del siglo XI y es de tronco de olivo.
De camino al baño, no podemos pasar de largo por el vestidor. Amparado por la versatilidad modular, el sistema A.Dock logra combinaciones marcadas por un único criterio: el tuyo. Su programa innovador y dinámico convenció a la diseñadora, que no dudó ni siquiera un instante en aplicarlo a su proyecto. Las baldas y mesillas colocadas en varias alturas permiten ordenar todo lo imprescindible.
De camino al baño, no podemos pasar de largo por el vestidor. Amparado por la versatilidad modular, el sistema A.Dock logra combinaciones marcadas por un único criterio: el tuyo. Su programa innovador y dinámico convenció a la diseñadora, que no dudó ni siquiera un instante en aplicarlo a su proyecto. Las baldas y mesillas colocadas en varias alturas permiten ordenar todo lo imprescindible.
La colección Moments de Ideal Standard no podía haber hallado otro entorno en el que mostrarse con mayor esplendor. Sobre un suelo de atractivo color acero, surge un espacio en el que tu bienestar es lo más importante. Además de la cuidada elección de los sanitarios, se ha apostado por los detalles. Sólo hay que percatarse de la cortina de agua que sale del techo recorriendo 3,40 m. o los dos sillones tapizados en visón y pitón
A la izquierda del vestidor, hallamos uno de los elementos que mejor representa este pequeño santuario del culto al cuerpo. Se trata de una sauna que incorpora tres funciones: ducha-hidromasaje, vapor húmedo y vapor seco. Se trata de una sauna que ha obtenido un alto reconocimiento internacional, consiguiendo premios en varias ferias. Su gran ventaja es que es posible montarla en cualquier parte.
Chamorro ha logrado aislar los sanitarios más íntimos gracia a una estructura forrada de formica metalizada que combina el brillo del acero y el óxido con el delicioso tono ciruela, permitiendo dar la mano al berenjena reinante. Tanto el bidé como el wc están suspendidos y respetan el gusto por la curva. Sobre ellos, se han dispuesto dos contenedores que encuentran su réplica en varios lugares del aseo.
En la misma pared en la que se ha colocado la sauna y el espejo, se ha dispuesto un rincón absolutamente fiel al concepto de simetría. Envueltas en un revestimiento impresionado con ondas de inspiración pop, dos escultóricas duchas de Ideal Standard se miran frente a frente. La combinación ondulante de los relieves, que produce sensación de movimiento, se une al contraste del negro de las piezas y los detalles en ciruela.
Vistos de cerca, los lavabos y la bañera que se han colocado frente a los sillones son una auténtica expresión de buen gusto. Los primeros están montados en sendos muebles blancos, contribuyendo a la continuidad. Entre ellos, existen tres hornacinas. Una pantalla LCD, de la que disfrutar desde la bañera, ocupa el nivel superior, mientras que las otras dos han sido pensadas para servir de soporte a productos de aromaterapia.
Imágenes: Nicolás Randal