Tras varios días de mucho trabajo y sin parar ni un segundo, llegué al 24 de diciembre sin haberme dedicado ni 3 minutos a pensar en cómo decorar la mesa de Navidad de este año.
¡Creedme, que estaba a punto de tirar la toalla en ese sentido y hacer una repetición de la jugada y montar una mesa de otro año! (es decir copiandola por las fotos de este blog, ya que yo tengo memoria de pez).
Sin embargo, al ver un ciervo dorado que había comprado en Leroy Merlin para sacar fotos bonitas de las vajillas navideñas de la Shop (que tampoco he hecho por falta de tiempo) se me encendió una pequeña bombilla en mi caótico cerebro que hizo que, en cosa de segundos, vislumbrara cómo quería mi mesa de Navidad con cosas que tenía en casa.
Así, de corrido... y es que trabajar bajo presión, a veces, solo a veces, no está mal.
Los colores de la mesa estaban claros: dorado del ciervo y los bajoplatos, blanco de la vajilla y verde del musgo y de la cubertería.
Una vez estaba planteada la mesa, pensé en poner algún tipo de marca sitios o decoración individual por comensal y así surgieron estos arbolitos hechos de ramas de cipreses "robadas" de la casa de mi vecino (bueno robar... robar tampoco, que dan para mi casa, pero ¡me alegro que no lea este blog!.
Para hacer los arbolitos ya veís que está tirado. Necesitamos unos pequeños tronquitos a los que hay que hacer un agujero en el centro (con una punta y un martillo o con un taladro o con una barrena) y encajar la rama de ciprés. Yo usé una gota de silicona caliente para fijar la rama en el agujero y evitar que se moviera.
Esta vez no he usado mantel, ya que tenía los bajoplatos y la comida iba a llegar emplatada desde la cocina, además que ya no me vuelve loca mi mesa de madera y si se estropea y la tengo que cambiar o pintar, pues casi que mejor.
La verdad es que he quedado muy satisfecha con el resultado, salí del paso estupendamente utilizando cosas que tenía por casa, como las bolas de musgo o la rodaja de madera a la que añadí la tapa de un soporte de tartas, a modo de hornacina.
Eso sí, el musgo que hay dentro es artificial comprado en un bazar chino hace unas semanas porque me pareció espectacular ¡Debí comprar más paquetes porque sin duda es un recurso que volveré a utilizar en otras mesas!.Esta entrada pertenece a www.ladecoraciondemismesas.blogspot.com