Porque ya lo decía la canción: "Bares qué lugares, tan gratos para conversar... No hay como el calor del amor en un bar".
Si eres de los míos estarás deacuerdo en que hay que tener un mini-bar en casa. No sólo porque en algún lugar hay que guardar el drinkning sino también porque opino que es algo fantástico en la decoración de un salón. Uno de esos puntos que le dan vida.
Lo que voy a mostrar hoy está centrado en carritos de bar aunque si no tenemos un salón con demasiado espacio podemos adaptar la funcionalidad del carrito colocando menos elementos y disponiéndolos sobre una bandeja encima de un mueble de los que ya tengamos, como en estos tres casos, por ejemplo:
Volviendo al carrito, creo detectar algunos elementos básicos y necesarios así como los que dan el toque final para que éste sea algo más que un porta-botellas.
1.- El carrito en cuestión. Infinidad de materiales, acabados, calidades y estilos. Para gustos los colores. Desde metálico, madera natural, acabados decapé, mimbre, industrial, metacrilato...
2.- Los licores y demás botellas. Podemos incorporar alguna botella o sifón antiguos.
3.- Pajitas o cañitas de colores.
4.- Una coctelera o decantador.
5.- Vasos y/o copas con encanto. Unas copas de cocktail vintage y algunos vasos anchos y de diferentes tamaños así como algunos en colores y con relieves, por ejemplo. Mix de formas y acabados.
6.- Posavasos especiales.
7.- Algo orgánico (flores, fruta fresca...).
8.- Un toque arty: alguna lámina enmarcada, un objeto decorativo, libros, revistas, velas, una lámpara... Lo que le dará ese toque vuestro, vamos...
Y a partir de la radiografía que ya tenemos, vamos a inspirarnos con todos estos ejemplos:
¿Qué me decís? ¿Cuál os gusta más?
*
¿Véis útil y práctico tener un mueble bar en casa? ¿Tenéis? ¿Me lo mostráis en Instagram @doctoravintage?
Besos
G
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