En cuestión de planificación de espacios, cada día nos encontramos más con interiores o espacios reformados en los que conviven espacios y funciones de manera única. Nos atrevemos diseñar casas más internacionalizadas, y nos involucramos disfrutando de las actividades diarias compartiendo con familia y amigos, algo tan sencillo y básico como la preparación de las comidas.
Es por ello, que cada vez debemos de pensar en elementos y complementos que aporten un aire y diseño diferente.
En separaciones únicas, y en cómo crear espacios que nos permitan disfrutar de forma más cómoda nuestro día a día, y nuestro ritmo diario.
Por ejemplo, si ya en los 90 las cocinas con isla y el concepto cocina americana se volvió una moda, hoy no es solo cuestión de moda, si no de espacio, aquello por lo que decidimos disponer de una estancia única en la que disfrutar de mayor sensación de espacio.
Crear espacios en los que podamos interrelacionar y unir actividades diarias en familia y amigos, hacen que nuestras rutinas se hagan mas dinámicas y menos monótonas.
Nos alejamos de los convencionales “comedores” y nos atrevemos con islas multifuncionales que nos den almacenaje, que se convierten en zonas de trabajo y en la que los taburetes de bar nos sirven de perfecto apoyo para charlas y preparaciones cooperativas.
Elementos que pueden verse como piezas increíbles y de marcado diseño y que sobre todo, nos permiten integrar materiales o confort en estancias que habitualmente son algo frías como son la cocina.
Y vosotros ¿Preferís no renunciar a una zona de comedor amplia a disponer de espacio y versatilidad?
Creo que todo es planteable y valorable, pero sobre todo, dependerá de vuestras actividades o rutinas. Otras tantas del espacio y luego realmente de plantearse cambiar lo que no nos hace felices.
Y este es el gran paso, ese cambio de mentalidad de uso y de costumbres es lo que generalmente mas nos cuesta tomar. Creemos que estamos preparados a renovarse pero cuando se nos muestra algo diferente… cuesta admitirlo.
Asi que imaginar lo que podria ser renunciar a la parte mas confortable de un comedor, que a veces solo usamos 1 ó 2 veces al año, a favor de disfrutar del espacio y de las actividades en familia.
O ¿es solo cuestión de edad y de nuestro ritmo diario?