Este fin de semana, aprovechando el ya conocido "veroño" del que estamos disfrutando, salí a hacer una pequeña ruta de senderismo. Nada del otro mundo, la verdad, tan solo 6 km y en plan fácil. Sin embargo, el día estaba tan increíble y el lugar tan, tan alucinante, que no podía dejar de compartirlo en el blog. Son fotos sacadas con el móvil y no tienen demasiada calidad (miedo me doy en el selfie con esa cara de feliz cumpleaños... Y de verdad que bizca no soy!), pero bueno, como me cuesta lo de salir y ponerle de vez en cuando cara a PetiteCandela, ahí va esa foto (que espero que tratéis con cariño :)!!!!
Pues, como os digo, paseando iba yo entre bosques de árboles magníficos (por enormes e impresionantes), verde y más verde (ainssssss.... Mi tierra!) y no paraba de fijarme en la cantidad de "materiales" para DIY que me encontraba por todas partes... Que si hojas secas (recordáis el camino de mesa de hojas secas del año pasado???), que si ramas y palos (a tope de líquenes bonitos) para hacer percheros, que si musgo de todo tipo y color... Así que, como desde hace un par de meses no tengo tiempo ni de respirar, decidí al llegar a casa, buscar en la red algún DIY o tutorial chulo para aprovechar la estación en la que estamos. Me topé con esta manualidad para hacer macetas o centros de mesa con musgo. Fácil, preciosa y perfecta para el "veroño".
La verdad es que últimamente no paro de sacar contenidos en el blog con planes con amigas (talleres de caligrafía, brunchs geniales...) pero lo cierto es que muchas veces nos liamos demasiado, y en lo sencillo está el auténtico placer de las cosas. Disfrute lowcost y a cinco minutos de casa. Os lo recomiendo!!!
Buen miércoles!
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Coralia.
DIY vía
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Fuente: este post proviene de Petite Candela, donde puedes consultar el contenido original.
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