Trasteando como trasteo por la red, me he topado con un DIY que me ha encantado. Es de estos que elevan un clon Ikea al cielo de las piezas únicas. El autor de dicho proyecto es el blog I Spy Diy, plagadito de proyectos diy —¡y no solo de deco!—
¿La idea? Convertir una cómoda en archivador falso al dividir cada cajón (4 en este caso) en otros tres, pero solo en su parte exterior. La base de este ficticio archivador es la típica cajonera, insulsa y barata que puedes encontrar en cualquier gran almacén.
Necesitarás …
Tablones de chopo. Para que te hagas una idea, la cómoda de la foto ha necesitado 12 tablones de 92cm de largo x 7,5cm de alto x 0,6cm de grosor. Pero tus medidas podrían variar ya que dependerán de la cómoda que elijas. Lo importante, en cualquier caso, es que el largo cubra exactamente el del cajón original, el alto no supere esos 7 u 8 cm y el grosor sea lo más fino posible —sin que se parta a la mínima—.
24 pomos y 12 portaetiquetas
Cartulinas para las etiquetas y café para teñirlas
Sierra ingletadora, taladro, martillo, tornillos y puntas para madera Pasos a seguir
01 | Lo más sencillo es pedir a una tienda especializada que te corte los tablones. Pero si prefieres hacerlo tú mismo, usa la ingletadora. Calcula bien las medidas para que cubra exactamente el largo y alto del cajón. Para el alto, ten en cuenta que las piezas están ligeramente separadas (0,5cm) unas de otras. Después tiñe el frontal y lateral de cada pieza y séllalas con barniz o cera.
02 | Cuando pegues los 3 tablones sobre el cajón original, deja ese espacio de medio centímetro entre ellos. Para que no se vea el color de la cómoda, pinta el frontal del cajón original con una pintura oscura (chalk paint está bien). Parecerá una sombra.
03 | Marca donde irán los pomos con un taladro —en esta cómoda están aprox a 9cm del lateral— y sujeta con tornillos temporales el tablón. Coloca siempre el primero y el tercero, para luego centrar bien el del medio. También revisa que todos los tornillos quedan en línea, pues si no es así cuando coloques los pomos se notará.
04 | Recorta las cartulinas del tamaño de los portaetiquetas. Remójalas en café durante 5 minutos. Acláralas y déjalas secar. Y taa-taaaa … ¡etiquetas antiguas! que casarán perfectamente con la cómoda —perdón, con el archivador—.
05 | Apreciarás que la artista ha colocado listones bajo cada cajón original —o bajo cada 3 frontales falsos—. La razón es sencilla y puramente estética. La cómoda que ha usado tenía hendiduras para poder agarrar los cajones al carecer estos de tiradores. Así, cubre los huecos y crea la sensación de tratarse de 2 sets de cajones, uno apilado sobre el otro —por eso el listón del medio en blanco—.
¿Qué te parece? ¿Te animas a trabajar un poco esta Semana Santa?
Pero no te vayas todavía, aún hay más …
Y es que esta cómoda es parte de una habitación de invitados que es pura inspiración. Con apenas cuatro cositas y dos o tres proyectos diy ha creado un espacio superacogedor.
Por ejemplo, la repisa que corona el zócalo. Se trata de un tablón gastado (de esos de obra) y teñido en el mismo color que la cómoda. Un elemento que sirve para dar mucha vida a este rincón, al exponer sobre él detalles que pueden cambiarse tan a menudo como quieras. El conjunto es una mezcla entre estilo inglés —¡ay, ese verde!— y un romántico nada ñoño —gracias a los detalles florales y al cabezal de hierro—. Fabuloso, de verdad.
Más fotografías e instrucciones —en inglés, eso sí— en el blog I Spy Diy.
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