Estos dos comedores nórdicos son casi idénticos hasta en los jarrones que decoran las mesas,
que son la única nota de color en un espacio tan blanco y limpio. Tal vez la única diferencia que
tienen, sin contar que la imagen de abajo tiene un jardín con terraza que la hace más seductora,
sea el suelo de ambas, uno de tablones de madera, emulando el auténtico espíritu nórdico,
mientras que la otra utiliza el hormigón, más frio pero también mucho más moderno. En cualquier
caso, dos espacios inspiradores de los que emana una luz especial.
Imágenes: trendenser