No tardamos mucho tiempo en coger pintura gris y aplicarla a dos de ellos, no sin antes quitarles los tiradores, para ver qué tal respondían.
Y lo hicieron muy bien; dos manos bastaron para dejarlos como queríamos.
Ya hemos dicho que son pequeños y con poca profundidad...,
..., pero conseguimos encontrar esos detalles decorativos con los que encajar sin problemas...,
..., o eso nos parece a nosotras.
La intención es que vayan colgados en una pared, y a tal fin les hemos colocado detrás los correspondientes "ganchitos". Pero así apoyados en una estantería también quedan muy bien, ¿verdad?
Hemos resistido la tentación de quedarnos con ellos, pues esa pared de la que hablábamos antes, los está esperando. Tampoco nos preocupa mucho, que para eso aun tenemos a los otros cinco restantes esperando en el taller...
Y con este post nos tomamos nuestras acostumbradas vacaciones blogueras; después de un año muy intenso de trabajo y emociones, necesitamos desconectar un poco y descansar, Eso sí, seguiremos activas en Instagram, donde nos podremos seguir la pista mutuamente.
¡Os deseamos un magnífico verano y nos vemos por aquí en septiembre!
Fuente: este post proviene de Retro y con Encanto, donde puedes consultar el contenido original.
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