Cuando me propusieron colaborar en la difusión de la nueva campaña
de Divina Pastora Seguros, tras ver su spot, no dudé en aceptar.
Siempre he creído en el poder motivador de la palabra, en utilizarla de
manera positiva.
Así me educaron, "a golpe de halago" como decimos en casa,
potenciando lo mejor de cada uno.
Expresando lo que suma frente a lo que resta o limita, lo positivo frente
a lo negativo, lo que nos hace avanzar y ser mejores, mejorando de
este modo el mundo que nos rodea.
No se trata de engañar o de no ser realistas, se trata de apoyar, de
alentar a quien persigue un sueño por muy descabellado que parezca.
No perder totalmente la esencia del niño que fuimos: pensar que todo
es posible y que merece la pena luchar por ello.
Tener capacidad de entusiasmarse con proyectos o metas ajenas y
saber transmitirlo.
Es lo que se conoce en pedagogía y psicología como Efecto Pigmalión:la creencia que tiene una persona puede influir en el rendimiento de otra.
El poder de la palabra para contagiar seguridad y confianza es mucho
mayor de lo que imaginamos.
Cada día tenemos la opción de cortar las alas de los demás hablando
del miedo o la incertidumbre o bien podemos dejar que las palabras
fluyan positivas y motivadoras...
Hagamos pues uso de ellas: Corre. Vuela. No te detengas
Modelo Orombo