Las habitaciones compartidas entre hermanos plantean un reto importante a la hora de respetar los límites y organizar el espacio. La convivencia entraña muchas satisfacciones, pero también es motivo de desavenencias a todos los niveles y el dormitorio infantil no escapa a estas leyes.
La clave para mantener la paz y la tranquilidad es la organización. No importa que uno de los hermanos sea más cuidadoso o más perezoso a la hora de ordenar sus cosas.Es necesario establecer unas normas férreas de orden, pero ello no significa que la habitación infantil se convierta en una especie de penitenciaría. Al contrario, la búsqueda de soluciones puede entregarnos resultados muy gratificantes.
Conviene que el niño aprenda a mantener el orden jugando desde temprana edad.