Piezas variadas y muebles de diseño inundan las viviendas actuales en la búsqueda de un equilibrio perfecto donde el Art Decó nunca pasa desapercibido. Este estilo nació a finales del XIX en pleno periodo de entreguerras. Adopta esta denominación de la Gran Exposición Internacional del Arts Décoratifs et Industriels Modernes que tiene lugar en París en 1925.
La finalidad de esta tendencia artística plenamente rupturista no era otra que la de dejar atrás los aletargados estilos que la precedían. La decoración no quiso ser menos y con ella se aliaron la simplicidad de las líneas en el diseño Art Decó y la importancia de lo geométrico. Las mesas, las sillas, las butacas y el mobiliario en general se vieron atrapados en una especie de tecnologización.
En aquel momento en que la importancia de la técnica y las máquinas parecía prevalecer sobre todo, los muebles se convirtieron en verdaderos proyectos de arquitectura. Sillones de respaldos altos, sillas con reposabrazos angulosos y patas bien medidas conforman la escena de muebles que ahora descansan, gracias a aquel momento, en nuestros salones.
Un estilo muy funcional
Entre los años 20 y los 30, el mueble se convierte en una fusión entre lo decorativo y lo funcional. Lo importante no es sólo decorar sino que la pieza sea importante por sí misma. Con esta filosofía se crean muebles originales: las mesas de centro dejan de ser simples para transformarse en pequeñas obras arquitectónicas con compartimentos.La funcionalidad del Art Decó está presente en los muebles que adquieren más de una misión. Así las librerías, por ejemplo, pueden ser al mismo tiempo muebles bar o pequeños armarios en cualquier rincón. Nos beneficiamos también de un diseño de muebles con líneas poco simétricas. Esto favorece el aprovechamiento del espacio y la aplicación modular, algo muy necesario en las pequeñas viviendas de hoy en día.
Se hereda de la corriente decorativa de los 20, la filosofía del mueble adaptado a las necesidades del individuo. Estanterías muy Art Decó aparecen en los salones de los hogares actuales, en los que se busca no sólo llenar un espacio sino satisfacer las necesidades del hogar.
Mezcla de estilos
Frente a esta tendencia del 'uso' del mueble contrasta el gusto por la mezcla y el contraste de estilos. En ello reside la visión más estética de este estilo años 20. Por eso cuando en una vivienda actual se emplea el Art Decó como punto de partida decorativo, es frecuente la combinación de muebles exóticos. Figuras africanas descansan en armarios chinos y se relacionan perfectamente en ambientes de clara inspiración colonial.Tal vez por eso también en aquel momento se apostó por los tapices. En las telas empleadas en esta época abunda la flora y la fauna más agreste. Animales esbeltos y elegantes como gacelas, garzas o panteras pueblan los tejidos en los salones. Plantas como helechos, palmeras o girasoles abundan en los tapices del Art Decó. Los contrastes reinan y los tonos morados y violáceos causan furor, y eso hace que las piezas que han llegado hasta nuestros días encajen sin problema con decoraciones de estilo rústico.
La importancia de la curva
Por lo geométrico de las estructuras, el Art Decó no abandona las líneas curvas y sinuosas. Las patas de las mesillas y de los tocadores dejan de lado lo recto para convertirse en gráciles líneas torcidas. En el terreno decorativo la sinuosidad de la que hablamos se refleja a la perfección en las criselefantinas, elegantes estatuas femeninas fabricadas en bronce y marfil. Técnica heredada de los griegos y que tenía a la figura de la mujer como referente. La elegancia y suntuosidad de los vestidos convierte a las criselefantinas en piezas ideales para la decoración de cualquier mueble del hogar.Los materiales empleados en este tipo de muebles que han llegado a nuestros días son variados. En los objetos más cotidianos se usa el acero, la baquelita o el plástico, si bien se experimenta con maderas de diferentes clases como el ébano, el palisandro, el sicomoro o la caoba trabajada minuciosamente. En general, la tendencia actual lleva a combinar este tipo de mobiliario Art Decó con colores crema y tonos fríos como el azul, añiles o violáceos en cuanto a pinturas. En las telas se apuesta por el cuero, la seda, y para diseños sobrios, las telas de estampados vegetales como los del momento en que estas piezas fueron creadas.