Predomina la construcción tradicional, paredes encaladas y suelos de piedra.
Colores como el blanco, el aguamarina, el ocre y el verde oliva.
Suelos de madera o de baldosas de barro, techos que dejan las vigas a la vista, azulejos y mosaicos.
El hierro forjado en lámparas, espejos y marcos. Carpinterías en color madera o pintadas en azul o blanco.
Materiales naturales, como fibras, linos, algodones…
Mobiliario de líneas sencillas en acabados naturales pintados en tonos mediterráneos: azules, verdes, cremas, blancos
Visillos con caídas suaves y estampados ligeros o rayas.
Piezas populares antiguas, como útiles de labranza. Estanterías de obra.
El exterior se introduce en el interior. Patios cubiertos con buganvilla.
Y, en general, vegetación que no requiere de mucha agua: lavanda, romero, laurel, olivo