Hoy, el experimento sensorial lo hacemos desde unos interiores minimalistas que, tras una visión más detallada, revelan el mimo y el interés que la estilista holandesa Kim Timmerman ha proyectado en ellos. La luminosidad está garantizada gracias al uso majestuoso del blanco que se complementa con una mezcla de texturas muy envolvente. Solo pequeños toques en rosa y cobre tienen permiso para colarse en el guión. Por su parte, las líneas rectas complementan una puesta en escena limpia y sin estridencias que, como no podía ser de otra forma, nos deja sin palabras. No os preocupéis, tarde o temprano aparecerán.
Podéis descubrir más proyectos de Kim Timmerman, aquí.
A por la semana,
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