De vuelta a la rutina tras las vacaciones de Pascua, mi semana en casa ha
estado ocupada en lavadoras, algo de plancha y ubicar las cosas que traje
de casa de mis padres, lo que unido a la vuelta al trabajo me ha dejado poco
margen para tomar fotografías de los DIY que realicé allí y que os iré
mostrando a partir de la semana que viene.
Además de relajarme y disfrutar de la familia, estuve ayudando a mi madre
con el jardín y las plantas de interior, aprovechando para traerme algunos
esquejes que mantendré en agua un tiempo hasta que empiecen a generar
raíces para luego plantarlos en macetas.
Una rama de una carnosa planta colgante cuyo nombre desconozco y dos
grandes hojas de Monstera deliciosa que espero agarre bien porque es una
planta que siempre me ha encantado y es un auténtico must have de las
actuales tendencias tropical y jungla urbana.
Justo antes de irme de vacaciones llegaba a casa el último número de
Kinfolk Magazine dedicado a la adrenalina como motor de vida:
fotografías magníficas, como siempre, pero en su mayoría realizadas
en estudio o montajes de edición... Echo en falta la naturalidad y
familiaridad de los primeros números de esta publicación, creo que ha
perdido en frescura y no renovaré mi suscripción anual. Es una pena que
proyectos como éste que nacieron de una manera innovadora basándose
en la vida natural, lenta y familiar acaben alejándose de la realidad en pos
de una excesiva exclusividad.
¡Por fin jueves!... y eso que el lunes fue festivo, pero es que yo soy
de las que necesitaría una semana de vacaciones para recuperarme
de las vacaciones.
No creo ser la única... ¿Te suena? ;-)
Fuente: este post proviene de hampton sc, donde puedes consultar el contenido original.
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