Verde, negro, gris… Pia Ulin nos deleita día a día con una selección de imágenes que transmiten cierta melancolía al combinar tres colores oscuros e intensos. Nostalgia y placer visual en armonía, colores de otoño e invierno, el lenguaje silencioso que difunde cualquier gama cromática una percepción muy singular, para crear un efecto u otro a quien los contempla.
Técnicamente, el uso de un color u otro crea diversos efectos visuales y modificaciones en apariencia en cualquier ambiente que pretendamos decorar.
Por otro lado, los colores influyen substancialmente en el estado anímico de aquellos que ocupan una vivienda. A partir de la elección de una gama conseguimos estimular un tipo de actividad, conversación, concentración, creatividad… incluso el sueño puede resultar más conciliador dependiendo del color elegido para vestir un dormitorio.
De este modo, podemos afirmar que cada ambiente o espacio del hogar, según su utilidad, orientación y luminosidad tiene su gama de colores recomendadas.
En el caso que hoy os presentamos, podemos matizar y descubrir cómo utilizar de forma adecuada cada uno de los colores.
En verde…
Un color secundario que surge de la mezcla de dos colores primarios, el azul y el amarillo. Según la cantidad utilizada de éstos conseguimos una gama cromática de verdes muy extensa. El verde es el color de la esperanza, nos aporta energía y vitalidad en su estado más primigenio. En otros casos, armonía y frescura: el color ideal para los dormitorios, la mejor manera para descansar de forma confortable y relajada.
La intensidad de la línea de los verde botella o esmeralda aportan sofisticación y sobriedad cuando los combinamos con colores cálidos como la paleta de los rojos, amarillos y naranjas. Si los coordinamos con blancos lograremos armonizar el ambiente, fomentar la luminosidad y potenciar la ligereza visual.
El color de la naturaleza, una de las mejores elecciones para decorar con estilo.
En negro…
Elegante, sobrio y personal. Durante muchos años, el negro ha sido un color despreciado en la decoración de interiores al tratarse de un color que atrapa y absorbe la luz, por lo que aumenta la sensación de espacio reducido. A pesar de ello, el negro es un color realmente sofisticado y exquisito. Bien aplicado, en pequeñas dosis, podremos conseguir un look de estilo contemporáneo y distinguido.
En una estancia suficientemente luminosa podemos pintar una de las paredes en color negro para destacar un mueble, una composición de cuadros, o cualquier elemento que queramos enfatizar. Este color crea exactamente este efecto, acentúa el carácter de cualquier pieza que pongamos delante. Por otro lado, gracias a su uso, es posible trazar una sensación de “agujero negro”, de infinito… perdemos la percepción de límite, por lo que en algunos casos, aporta un efecto visual de mayor profundidad.
Para conseguir un equilibrio minimalista a partir del color de la “ausencia de la luz”, debemos combinarlo con grandes dosis de blanco, su opuesto; subrayar y acentuar la pureza creada por el contraste entre ambos.
En pequeños detalles, cojines, complementos, muebles auxiliares, textiles… el negro confiere un toque muy atractivo y con mucha personalidad.
Distinción, elegancia y sofisticación para una casa con mucho estilo.
En gris…
Un cielo que amenaza tormenta, una espesa niebla… el color gris comparte algunas de las connotaciones negativas del color negro. A pesar de ello, el gris es considerado en muchas culturas símbolo de sabiduría, serenidad y pureza. Actualmente, elegir la paleta de los grises para decorar es una de las prácticas más recurrentes y agradecidas del sector del interiorismo. Realmente esta gama de colores aporta bienestar y tranquilidad en cualquier ambiente.
El gris proporciona una atmósfera atemporal y etérea, un look chic, equilibrado, sobrio y elegante en función de cómo lo aplicamos. El color perfecto para combinar con maderas de texturas naturales, aparentemente rústicas. Como se trata de un color neutro los tonos vivos destacan por encima de su esencia, aparentemente fría. La fuerza cromática de los grises ratifica y reafirma la presencia de colores cálidos, de forma que conseguimos el equilibrio ideal.
En pequeños complementos, descubrimos su carácter refinado y elegante; simplemente el gris es el color más trendy en decoración. Una de sus mayores virtudes reside en la amplitud de combinaciones que ofrece con otros colores:
Junto a los colores pastel conseguiremos un ambiente romántico y apacible con ciertas reminiscencias al estilo nórdico. Coordinado con la gama de colores provenientes de la naturaleza, marrones y verde oliva, lograremos una sensación de naturalidad y sobriedad muy de moda en el panorama actual. Si nos atrevemos con el azul oscuro el ambiente se tornará ligero y refinado. Los colores más vivos, como el rojo, explosionan al combinarlo con el gris para adueñarse de su calidez y energía.
Sencillamente, el centro neurálgico de la esfera cromática, indispensable y esencial.
Fotografía: Pía Ulin
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