Lo mejor es que ahora las opciones han mejorado y disponer de chimenea ya no es sinónimo de suciedad ni trastornos. Para empezar, se puede optar por sistemas de bioetanol, de leña o incluso eléctricas, siendo estas últimas las de más fácil mantenimiento, aunque su aporte decorativo es distinto, aunque muchos lo prefieren como opción.
Para las de gas o las de leña, las opciones con cubiertas de vidrio tienen muchas ventajas. Sobre todo, limpieza y seguridad. El vidrio de cubierta está fabricado en un cristal vitrocerámico, aísla y protege, sin perder ninguna cualidad térmica del calor. Los cristales se pueden hacer a medida y con la forma necesaria para cubrir cualquier tipo de chimenea.
Si estáis pensando en instalar chimenea os recomiendo que leáis este post de Tendencias y Decoración, uno de los más completos que hay en la web sobre su instalación.
Para aquellos que ya disponen de chimenea, pero en una instalación algo antigua o envejecida, una solución muy práctica son los insertables de leña. Hogares diseñados para introducirse en directamente en antiguas chimeneas, mejorando enormemente su rendimiento. Su instalación es sencilla, se conectan al conducto de humos existente y no requieren de grandes intervenciones de albañilería. Incluso funcionan en chimeneas en desuso.
Las chimeneas son a los meses fríos lo que las terrazas a los meses cálidos. Protagonistas absolutas de las estancias que ocupan, siempre se convierten en punto focal. Y si están encendidas ya no hay competencia. Las miradas siempre se concentran en las llamas. Así que, ¿quién no quiere una chimenea para cuando vengan los meses fríos?
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