Los peques, los verdaderos reyes de la casa, requieren un
espacio propio acorde con sus gustos y necesidades.
Llenos de elementos que motiven su imaginación y creatividad,
acogedores al tiempo que prácticos para que puedan desarrollar
sus juegos y también sus tareas.
El dormitorio que os muestro pertenece a mi sobrino Toso.
Un cuarto luminoso, alegre y vivido que está a punto de cambiar
porque, al hacerse mayores, los pequeños empiezan a tener nuevos
intereses y gustos.
Es importante que los espacios infantiles evolucionen al tiempo
que sus propietarios.
En cualquier caso, los niños tienden a ocuparlo todo y seguro
que en el salón tomarán posesión de su espacio preferido.
El de Toso es este rincón cercano a la televisión, con una mullida
alfombra y todos sus juegos y dispositivos a mano.
Los tiempos cambian y los pequeños también.
Con este post participo en la fiesta diariodeco2
Mi propuesta para la siguiente edición: rincones con encanto.