Blanco, blanco y más blanco! Hoy vengo cargada de inspiración con un look casi Total White en un apartamento sueco de tan sólo 58 metros cuadrados. Es espectacular, ya que han sabido sacar partido a un espacio pequeño y hacerlo parecer más grande.
En este apartamento vemos características tan habituales del estilo nórdico como son los espacios abiertos, la luz y los revestimientos de madera.
Demos un paseo por este precioso apartamento, ¿me acompañas?
Comencemos por el recibidor, un espacio bastante amplio para un apartamento de tan sólo 58 m2. Vemos en él una cómoda con dos puertas y un zapatero, todo blanco. Un espejo de cuerpo entero a la entrada es una disimulada puerta a un armario empotrado, ideal para guardar los abrigos. Desde el mismo recibidor se abre una puerta hacia la cocina, lo que logra que la luz natural llegue a la entrada del apartamento. Al entrar a la izquierda encontramos el primer baño (un aseo) de los dos de que dispone esta vivienda.
Seguimos por el salón, un espacio que llama la atención principalmente por la luz que tiene. Como suele ocurrir en los países nórdicos, las ventanas son grandes y están vestidas con textiles muy ligeros, habitualmente visillos traslúcidos para dejar pasar la luz natural, escasa por aquellos lares. Creo que allí ni siquiera existe el concepto de “persiana” que tenemos aquí jaja, pues no tienen el problema de excesiva luz solar entrando por nuestras ventanas, sobre todo en el sur.
Las paredes están pintadas de un gris muy suave, casi blanco, pero el tono justo para que destaquen los maravillosos zócalos altos de finales de los años 20. El suelo, revestido de madera de pino blanca, proporciona continuidad al espacio sin menoscabar la luz que entra por los ventanales. Contribuyen a esta sensación de espacio los altos techos de 3,30 metros de altura, ¡ahí es nada!
Para no agobiar el espacio, se han dispuesto pocos muebles, evitando su excesivo tamaño. El sofá, con chaise longue en color gris es adornado con diversos cojines, algunos con estampados florales y otros lisos, todos ellos en colores suaves para no romper la armonía del espacio.
Como mesa de centro una pequeña mesita redonda con tres patas de madera y sobre de mármol blanco. La alfombra, de tejido natural, es de la misma gama de color que el resto del salón. La adornan dos candelabros y un pequeño jarrón con hiedra (hedera helix) de hojas pequeñas, típica planta de interior muy frecuente en los hogares escandinavos. También vemos plantas en las ventanas y un jarrón de tulipanes blancos. El verde de las plantas destaca con los colores claros de las paredes y el mobiliario.
Pasemos a la cocina. Ésta se abre hacia el salón, continuando el espacio. ¿Te imaginas si en tu casa no hubiera pared entre la cocina y el salón? Parecería más grande, ¿no crees? Adoro los espacios abiertos, hacen que el mismo espacio parezca más grande y espacioso. Además, te permite estar en contacto con las personas que se encuentren en el salón lo que hace que trabajes en la cocina más animadamente. Esta cocina se caracteriza por un diseño limpio y sencillo, en el que contrasta el blanco de los muebles con el negro del granito de la encimera. Me encanta el puntillo que le da la alfombra de estrellas.
El salón se abre a una pequeña terraza que da un patio interior. A pesar de las vistas, han sabido decorarla con mucho gusto, tanto que se imagina una ahí sentada leyendo al atardecer o desayunando en una soleada mañana de domingo. El plaid de lana le proporciona un aspecto muy acogedor. Resultan ideales los maceteros blancos llenos de brezo en flor, dan un aire super romántico! Cómo no! Los muebles en color blanco, de madera y faroles con velas para dar luz ambiental.
Entre el hall y el dormitorio hay un pequeño espacio cuadrado que han aprovechado como espacio de trabajo. No tiene ventanas exteriores y la luz natural le llega a través de un vano hacia el recibidor y del hecho de que no tiene puerta, por lo que es un espacio en forma de U. De nuevo un look total white muy sencillo, con un simple tablero de pared a pared y varias baldas con archivadores. El flexo y el lapicero, ambos de color dorado, una caja rosa, el reloj en madera de nogal y el verde de la hiedra ponen la nota de color en este ambiente de trabajo.
La habitación principal muy minimalista, con dos imponentes ventanales y con la madera color miel en los muebles que destacan sobre el gris de las paredes. Una balda con dos pequeños cuadros actúa a modo de cabecero. Quizás ahí yo habría apostado por una decoración un poco más grande, que logre vestir una pared tan alta. La lámpara de araña le da sin duda un toque de glamour y carácter a un espacio tan sencillo.
Los baños están en la misma línea del resto de la casa, pocas piezas, mucho blanco y baldas como espacio de almacenaje.
Aquí te dejo el plano para que eches un vistazo a su distribución:
Via
¿Qué te ha parecido esta casa con un look tan blanco y sencillo? Cuéntame!
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Feliz domingo!!
Vanessa