Después de indagar y comparar precios y calidades en varias tiendas online, compramos estos ramos de flores de almendro, en la que, nos pareció, reunía las mejores condiciones... Han tardado más de mes y medio en llegar, pero no nos han decepcionado en absoluto, sobre todo el color, que era lo que más nos preocupaba; cuántas veces no tiene nada que ver el de la imagen con la realidad...
Y ahora, venía lo divertido.
Con alambre y paciencia, fuimos uniendo los ramos de flores a las ramas del árbol.
Esto ha sido todo un experimento que imaginábamos en nuestras cabezas, pero que ignorábamos cómo quedaría una vez realizado...
Era importante que la rama elegida se adaptara bien, tanto a la idea, como al sito al que iba destinada, que no es otro que la puerta de acceso al lugar de trabajo de una de nosotras...
En un principio, nos hubiera gustado que las flores se prolongaran hasta el suelo. Para tal fin, en realidad, fueron dos ramas las que rescatamos de la poda con la intención de unirlas, y crear una especie de árbol...
Pero esa composición se interponía demasiado sobre una zona de paso... Así que redirigimos la idea hacia uno solo de los tallos.
Ya sabemos que estamos tapando el número de la puerta... Pero la intención es cambiarlo de sitio...
La verdad es que nos gusta mucho... Estamos muy contentas con cómo luce el "experimento", y ya se ha llevado más de un piropo de los vecinos que pasan y las ven...
¿Qué os parece a vosotros?
Con nuestra rama de jacaranda reciclada y reconvertida en almendro, nos vamos a casa de Anna y su reto "Recicla y Crea" del mes de mayo
¡FELIZ FIN DE SEMANA!