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Creo que en el mundo hay dos tipos de personas: Los que tratan y colocan sus zapatos a modo de galería de arte y los que tratan de esconderlos modestamente.
Ambas formas de colocación, como todo... tiene sus ventajas y desventajas. Estoy segurísima de que los post de #Diariodeco de este mes, te serán de mucha ayuda tanto si estás creando tu vestidor, como si habías decidido que ya llegó el momento de modificar el que tienes.
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Por mi parte tengo ¡miles y miles! de zapatos, y lo de colocarlos a modo de galería de arte, no va mucho conmigo. Seamos sinceros, los zapatos huelen, ensuciarían mis blancas e impolutas paredes, me vería obligada a tener los zapatos como recién sacados de la caja cada vez que me los quite y un largo etcétera.
Vamos... ya se me ha visto el plumero: Evidentemente soy del tipo de personas que los esconde, directamente. Si bien, la gran desventaja de todo esto es que mis zapatos están bien escondiditos para que ni yo, ni nadie los vea en pleno esplendor desastroso.... Por cierto ¿alguien ha visto mis zapatos? creo que los he perdido....
Los adictos a exponerlos me dirán que el mueble zapatero es una cosa horrorosa, pero yo no calificaría como horroroso el baúl vintage que os he dejado en el inicio, ni el mueble zapatero que os he dejado en la imagen superior... y tampoco considero horrorosos algunos muebles zapateros que venden en IKEA y que puedes instalar en cualquier rincón.
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Tengo que decir que el dejarlos expuestos tiene un montón de ventajas que no tiene el esconderlos, estas son principalmente la visibilidad, la capacidad de almacenaje aumenta notablemente, la instalación de todos estos sistemas es low cost, y para más inri se pueden colocar en cualquier ubicación.
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El diseñador, blogger y personalidad de la televisión Emily Henderson muestra en su blog epyonomous cómo se hizo este sencillo bastidor rectangular a partir de cuatro pequeñas piezas de madera . Si alguna vez has montado algo de IKEA, creo que puedes manejar este DIY: El resultado es magnífico, pues al estar separados de la pared, no hay desgastes.
Los zapatos, realmente necesitan muy poco espacio en anchura una ventaja muy importante e interesante en espacios reducidos.
Incluso en el interior de tu armario, las posibilidades son infinitas.
Desde colocar baldas a diferentes alturas consiguiendo una adaptabilidad total a nuestras necesidades: en un sólo vistazo, localizamos el par que queremos utilizar, es de fácil limpieza y mantenimiento. Hasta atornillar barras: una solución muy práctica y cómoda, para zapatos con tacón que también se pueden utilizar como colgador de pendientes, ropa, complementos …
Por cierto!! que ya se me olvidaba esto, como siempre.... mi propuesta para la siguiente edición de #DiarioDeco es "Rincones de Lectura"
¡Feliz Lunes!
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