Necesitábamos algo cerquita de la Sagrada Familia y nuestro apartamento quedaba tan solo 15 minutos andando, lo que nos venía de cine para ir conociendo un poco la ciudad, con una decoración cuidada hasta el más mínimo detalle en el que no faltaba de nada, teníamos hasta plancha y tabla, una gozada además nos dejaron unas cápsulas y cafetera lo cual me pareció un detallazo porque llegamos tardísimo y no nos dio tiempo a comprar nada para desayunar.
Nada más entrar me topé con un apartamento de techos altos, paredes de ladrillo cara vista y un suelo hidráulico que era para morir de amor. Lleno de ventanales y con una luz natural espectacular.
Además era totalmente diáfano separando solo las habitaciones que por si fuera poco venían con dos balconcitos monísimos de esos antiguos con barrotes de hierro, una pasada.
Los dormitorios eran sencillos, siguiendo la línea del resto de la casa al más puros estilo "total white", cálidos, acogedores y con una ropa de cama que invitaba al descanso transmitiendo paz y serenidad.
Lo mejor es que en su página (clic aquí) podéis encontrar un sinfín de propuestas, nuestro apartamento era para 4 personas pero los hay más grandes, una opción que sale genial de precio y que por si fuera poco puedes llevar a tu mascota, así que en nuestro próximo viaje llevaremos a Oker a conocer Barcelona.
En definitiva, estuvimos como en casa, con todos los servicios y comodidades, un apartamento precioso, encantador y en el que no nos faltó de nada, desde YA somos fans de Happy People Barcelona, y sino queréis perderos nada podéis seguirlos en sus redes sociales Facebook (clic), twitter (clic) e Instagram (clic).
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