Sugerentes piezas adquiridas en anticuarios, mercadillos y almonedas se mezclan con recuerdos, bellezas heredadas, colecciones y, por supuesto, destacados objetos de diseño. Una de las estancias que más me gustan de la vivienda es la zona de trabajo, que nos recuerda a los despachos y oficinas de principios de siglo, con piezas antiguas de la familia combinadas con otras adquiridas en El Rastro madrileño. En la cocina destaca el derroche de color. Su planta irregular le confiere personalidad y hacen de ella un espacio diferente. La combinación entre muebles modernos y el office de estilo retro, sobre un suelo hidráulico original, es perfecta. El contraste con el verde de la pared y los complementos en naranja es realmente atractivo.
La sensación de calidez que transmite el dormitorio se logra gracias a la presencia de detalles personales, muebles bien escogidos, preciosos kílims y agradables textiles. Una reforma perfecta en un espacio que conserva todo el sabor de antaño.
¡Feliz día a todos!
Fotografías [] Micasa y Asier Rua
VirlovaStyle
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