Después de mirar muchos hoteles antes de visitar la ciudad, me di cuenta de que la mayoría eran “cutrecillos” y bastantes caros. Así que terminé haciendo una reserva en Mestre, que pertenece al municipio de Venecia pero está situado en tierra firme, frente a la isla.
Aún así, un tiempo después seguía dándole vueltas al tema porque para dos días que íbamos a estar en Venecia no quería perder tiempo cogiéndo transportes todos los días para ir a la isla.
Así que volví a buscar y di con el Hotel Casa Martini que, a priori, teniendo en cuenta las fotos y los comentarios de otros huéspedes, parecía tener una relación calidad precio aceptable.
El hotel está situado en el barrio de Cannaregio…
(Fuente)
…así que cogimos el vaporetto de la línea 1 (la más importante, que une Piazzale Roma con la isla de Lido pasando por Rialto y San Marcos) hasta S. Marcuola. Cual fue nuestra sorpresa cuando descubrimos que nos habíamos pasado de largo y que hubiese sido mejor bajarse una parada antes, en la de Ferrovia.
Indicar que las coordenadas que aparecían del hotel en internet eran incorrectas, no parábamos de darnos de bruces con calles que terminaban de repente en un canal o en un muro… Un desastre vamos. Al final preguntando en inglés dimos con el alojamiento que estaba situado en un angostísimo callejón :s
Después de registrarnos subimos a la habitación. Ciertamente no se correspondía mucho con las fotos de internet… aunque no estaba mal.
Los muebles eran un poco viejos y estaban un tanto descuidados, el baño regularcillo pero correcto y del techo de la ducha colgaba un cordón que no sé cuál era su función (no tiré por miedo a lo que pudiera pasar, jeje).
No había wifi dentro de la estancia, sólo en las zonas comunes, pero si te sentabas a los pies de la cama de cara a la pared, como al otro lado estaba el hall de la planta, podías coger la señal ;p
A pesar de esto, las vistas desde la ventana eran increíbles.
En cuanto al mobiliario y la decoración de las zonas comunes, aunque también viejo y un poco descuidado, se había restaurado y se había dispuesto con gusto, lo que le confería cierto encanto. Es por ello que he decido recoger el hotel en esta sección. Bueno, también porque es un alojamiento cuanto menos peculiar. No es, para nada, el típico hospedaje hecho en serie perteneciente a alguna cadena hotelera.
Otra cuestión a destacar es que el desayuno era bastante escaso (unas cuantas galletas cuétara y biscotes de pan, zumo, café y poco más).
En cuanto a la recepción, sólo atendían hasta media tarde, así que una vez nos acercamos al escritorio, situado en la primera planta donde nos había atendido un chico a nuestra llegada, y no había nadie (ni ese día ni al siguiente). Vimos que sobre la mesa había en inglés dos notas (una para cada nuevo cliente) que decían algo así como: estimado señor X, a esta hora no hay servicio de recepción (recuerdo que era media tarde), así que coja esta llave que es la de su habitación :s A todo esto, unas de los afectadas (una mujer con su hija) estaban en la puerta, fuera en la calle, con las maletas, venga a tocar al timbre, pero como no había nadie en la recepción… nadie les abría, y tuvieron que esperar a que saliéramos nosotros para poder entrar…
Por cierto, y en referencia a la puerta del hotel, comentar que desde la calle se abría aproximando una tarjeta electrónica a un receptor. Entonces, muy muy lentamente, y con un chirrillido como de película de terror, se iba abriendo poco a poco. No valía de nada tratar de empujarla para que se abriera más rápido, ella llevaba su ritmo (y su siniestra sintonía). Nos moríamos de risa cada vez que la abríamos.
Como os he comentado anteriormente, he traído a esta sección este hotel porque, a pesar de todo sus defectos (desde mi punto de vista producidos por la dejadez más que por otra cosa), para lo que es Venecia, la relación calidad-precio era aceptable. Además, en cierto modo, era un privilegio alojarse en un edificio de 1850, las zonas comunes tenían su encanto y las vistas eran espectaculares. Además, no hay que olvidar que está en un sitio muy céntrico, relativamente cerca de Rialto y S. Marcos, y muy bien comunicado con el transporte. Así pues, no sé si volveré a Venecia, pero si lo hago obivamente haré otra búsqueda pero si no lo tengo muy claro… creo que repetiría. Más vale lo malo conocido…
* Un dulce besito *