Un legado que me dejaron mis padres es el de la importancia de una mesa decorada. A mis padres les gustaba tener invitados y se esmeraban en que todo estuviera bien bonito y presentable, además de que la comida fuera abundante y deliciosa.
Aquí, en esta mesa totalmente inspirada por unos platos que estaban en casa de mis padres, les demuestro cómo mezclar estilos y texturas de una forma armoniosa. El tema que une todo el “look”es el color azul cobalto. Mezclé dos vajillas totalmente distintas, pero con un mismo color de base.
Si te fijas, las copas, que son de cristal con azul cobalto (también de la casa de mis padres) añaden un toque formal a lo que es verdaderamente una mesa servida para una ocasión no formal.
Un centro de mesa con unas flores sencillas amarillas, contrastan con los tonos de azul. Los candelabros sencillos de cristal combinan bien con las copas. El “runner” lo compré en West Elm y me encanta.
Las servilletas, aunque son de tela, tienen un patrón que las hace verse menos formal y el que sea menos formal hace que sea menos intimidante.
Los platos pequeños son de una vajilla oriental. Aunque el tema no es de una decoración oriental, por los colores azul y blanco que tienen, que son de la línea del azul cobalto, se mezclan armoniosamente y funcionan como un toque decorativo. Nota que en esta mesa decorada, la servilleta la puse debajo del plato para que no compitiera el patrón de la servilleta con el de los platos de decoración.
Nota que el cuchillo va a mano derecha y el tenedor o tenedores, a mano izquierda.
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