Para mí, que soy una negada a la hora de dibujar, la ilustración me parece algo increíble.
Cómo alguien es capaz de imaginar y plasmar en papel algo tan bonito, me parecen un don divino.
Y si lo plasma directamente en la pared, eso ya... me sobrepasa.
Esta ilustradora australiana es Adriana Picker, que se inspira en recuerdos del jardín de su abuela, para realizar dibujos botánicos de una belleza increíble.
Os traigo un proyecto suyo sobre pared, que me parece precioso. Creo que es la mejor decoración que se puede dar a una pared en blanco.
Encontrarme con este trabajo de Adriana, me ha traído unos recuerdos estupendos de mi infancia. Y es que fui cómplice de mi hermana, (la podéis conocer un poquito más en Visteté de Seda), en una de sus ocurrencias.
Ella tiene un don para esto de la pintura...y en general para todo lo que haya que hacer con las manos. Y se le ocurrió pintar una pared de nuestra habitación con un dibujo precioso a carboncillo, pero tenía que ayudarla, porque si se lo hubiera planteado a mi madre, sabíamos que el no iba a ser mayúsculo.
Durante semanas, estuvimos engañando a mi madre para que no entrara a nuestro cuarto, haciendo vigilancia, tapando la pared con un mueble...
El resultado fue de quedarse con la boca abierta, y eso es lo que hizo mi madre cuando lo vio, fue incapaz de regañarla, la belleza lo superaba todo...
¡Uy si yo tuviera este don!, seguro que una pared de mi dormitorio ¡ya estaría tuneada!
Imágenes Carine Theveanau
Otras formas de decorar la pared: con papel magnético o con pintura de pizarra.