Como os contaba en la pasada entrada, hace poco celebramos un brunch por el cien cumpleaños de mi abuelo Julián y hoy quería enseñaros cómo decoré la buhardilla con poquísimo presupuesto y mucha ilusión. Ya sabéis que yo soy muy de blancos y negros, pero para esta ocasión quise escoger dos colores alegres: el mint y el amarillo limón.
Coloqué banderines de cartulina negra para anunciar el evento y dar un poco de contraste en la pared principal.
Tenía algunas latas en casa y las usé para poner los palillos para los pinchos y para decorar las ventanas. Una lata de 5kg de tomate, unas tiras de rafia, algunas ramas de olivo y ya tenemos un bonito adorno vintage por unos céntimos de euro.
Cañitas "americanas" handmade en negro y mint, presentadas en el florero ENSIDIG de Ikea (0,99 ?). Las busqué en estos colores, pero al final opté por la opción más económica: hacérmelas yo. Unas cañitas negras, unas tiras de washi tape y? ¡voilà!
Detalles con encanto: si tenéis alguna lámina chula en casa, no dudéis en usarla para decorar vuestras fiestas. Yo quise que estuviera esta de mi compañera Inés (Boho Deco Shop) porque, para llegar a los 100 años, tienes que haber bailado bajo muchas lluvias jajaja Al lado, unas ramas secas traídas del campo y florero OLIK de Ikea (0,99 ?).
Vasos de plástico preparados para el vermut. En lugar de amontonarlos en la mesa, me pareció más decorativo colocarlos sobre la balda. Las olivas dan el toque de color verde.
Y los famosos pompones que os enseñé a hacer aquí, que dieron alegría al techo e hicieron las delicias de los más peques de la familia.
La fiesta sorpresa de Enrique: La decoración
Para el cumpleaños de mi "tres cuartos", que celebramos el pasado fin de semana, quise aprovechar todo lo que ya tenía, cambiando algunas cosas de lugar y añadiendo algunas luces en la ventana porque se celebraría de noche.
Para el montaje de las mesas utilicé unos caballetes de madera, unas planchas de pladur y sábanas blancas.
Guirnaldas de rafia y plástico. En esta ocasión, cambié la guirnalda color mint de plástico de la mesa principal por una estilo "cadena" hecha con tiras de rafia en color negro.
Y hasta aquí la decoración "low cost" de dos fiestas en una. Al final, el resultado de una buena fiesta no depende del presupuesto, sino del amor y el cariño con los que la prepares y de la buena gente que asista. Fueron días de mucho trabajo para que todo saliera perfecto, pero el esfuerzo mereció la pena sólo por ver sus caritas de felicidad.
El próximo día os enseñaré cómo hacer algunos de los detalles que habéis visto y que espero os hayan gustado.
¿Vosotros también organizáis fiestas en casa? ¿Qué os parecen las fiestas "low cost"?
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