Siempre me ha atraído muchísimo el mundo de la fotografía. Es un medio que transmite emociones de todo tipo y la interpretación de la imagen siempre tendrá sus matices, en función de quién la observe. He ahí la parte más mágica de un arte que a pesar de las nuevas tecnologías y nuevos formatos que nos dominan -sobre todo las redes sociales-, nunca perderá su esencia. Es como oler las páginas de un libro. Eso es único, por muy práctico que sea un e-book. Y esta reflexión me lleva a hablaros del fotógrafo gallego Javier Teniente y de su encantador estudio-galería en Vigo. Un lugar donde arte, serenidad y buen gusto, conviven a la perfección.
Desde hace casi dos años, Javier ha abierto al público su coqueta espacio donde poder adquirir fotografía de autor a un precio más que asequible. Hasta hace relativamente poco tiempo, lo habitual era que un fotógrafo hiciese una edición limitada de 10 copias de una de sus imágenes y que las vendiese por 5.000? o más. Javier le ha dado la vuelta a estas cifras, realizando 500 copias a 100?, y democratizando de esta forma el arte para hacerlo llegar a jóvenes coleccionistas o a cualquiera que desee tener una auténtica fotografía de autor.
Las siguientes fotografías decoran espacios reales, tanto domicilios particulares como negocios, que han apostado por el trabajo de Javier Teniente para exponer fotografía de autor en su casa o en su trabajo.
Imágenes: Javier Teniente
Javier Teniente comenzó su carrera como fotógrafo en prensa y sus trabajos han sido publicados en diferentes medios como El Mundo, El País Semanal, El Magazine de la Vanguardia, Interviú, Geo o Tiempo. Su fondo documental es el resultado de múltiples viajes alrededor del mundo, que le llevaron a especializarse en el reportaje fotográfico e incluso a publicar un libro, Emergencias Humanitarias, fruto de su colaboración con la ONG Médicos del Mundo.
Desconocía su trabajo y por eso me alegro muchísimo de que su agente, Alain, contactara conmigo para hablarme de su proyecto. Y yo encantada de compartirlo con los que me leéis porque personalmente, como periodista que soy, admiro el trabajo de compañeros que se han dedicado al reporterismo. Esa era mi aspiración cuando un buen día decidí matricularme en la Facultatd de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona. La profesión, por eso, me llevó por otros caminos bien distintos… Certámenes como el World Press Photo, son absolutamente necesarios. Es la forma de que abramos los ojos ante tantas injusticias en el mundo.