Hizo de Milán la capital mundial del diseño mientras ideaba muebles modulares, sillones que se convertían en habitaciones, interiores futuristas, estanterías circulares,"maquinas para vivir" complejas, flexibles y multifuncionales preparadas para adaptarse a las necesidades y deseos de sus usuarios y hasta copas con un pie descentrado para poder sujetar vino y cigarrillo con la misma mano.
Sillón Elda, 1963 para Comfort (hoy Longhi). Un diseño futurista bautizado con el nombre de su mujer. Pensado como una habitación: una butaca giratoria que aísla del entorno al que se sienta en ella.
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