Hasta hace no mucho palabras como ganchillo o perlé
nos sonaban a cosas de abuelas, las guardábamos en cajones
como pequeños tesoros de valor sentimental, sin atrevernos a
exponerlas en nuestras casas o dejar que formasen parte
de nuestros armarios.
Ahora, sin embargo, el ganchillo o crochet marca tendencia.
Desempolvamos los pañitos de la abuela, los cojines,
las cortinas y toallas rematadas con trabajos de hilo,
las mantitas de sofá, las rebecas...
Han ido surgiendo, además, nuevas piezas realizadas
con esta técnica: agarradores de cocina, guirnaldas de
banderines o pompones, muñequitos (amigurimi)...
Se han buscado nuevos materiales con los que trabajar,
como el hilo muy grueso o el trapillo para conseguir piezas
grandes (alfombras o pufs).
Y, cómo no, la fiebre del crochet ha llegado también a la moda,
no sólo en prendas de vestir, también en complementos:
pendientes, anillos, collares, adornos para el cabello, cinturones...
Joyitas como las que os muestro en estas fotografías
y que corresponden a la colección de complementos de
El rincón de Esther.
Preciosas y muy favorecedoras, elegí para mí los pendientes
de la primera imagen y adquirí varios anillos para regalar.
No quiero ni pensar si hubiera tenido que fotografiar sus
colecciones de chales, gorros o bolsos,
a cual más ideal.
¡Yo también he sucumbido a la fiebre del crochet!
¿Y vosotras?