Lo que antes era un concesionario de coches, ahora es una especie de pabellón multifunción, que alberga diferentes actividades para una firma de diseño de muebles: exposición de piezas, reuniones, trabajo de diseño, labores docentes...
Se han elegido las sillas negras, porque resisten mejor las condiciones climáticas de la República Checa, y porque qué mejor pieza, para hablar desde la distancia, de lo que se va a encontrar en el interior.
Y tras esta espectacular carta de presentación, el interior se ha mantenido fluido, flexible y continuo, tan solo situando tres núcleos circulares delimitados por unas cortinas blancas, dedicados a las diferentes actividades, dejando el resto del espacio libre, posibilitando su uso para otras posibles acciones.
Como véis, la reutilización de espacios y construcciones, que aparentemente se han quedado inservibles, es posible, y si encima se le echa imaginación y buen hacer, los resultados pueden ser más que sorprendentes. Además, sin hacer grandes alardes: denme unas cuantas sillas, unas cortinas blancas, et voilá, magia!!! desde luego, un resultado extraordinario, a partir de objetos de lo más ordinario, lo cual hace que este proyecto me guste aún más!!
Espero que os haya impactado, tanto como a mí.
Os espero en los comentarios y en las redes sociales.
Mil besos y feliz jueves.
Mónica
***vía Design Boom // fotografía de Lukas Pelech